Cómo los padres enfrentan a sus hijos quisquillosos a la hora de comer
Involucrar a los niños en la cocina y combinar nuevos alimentos con sus platillos favoritos ayuda a fomentar una mejor alimentación
El padre estadounidense promedio pasa 67 horas al año negociando con su hijo, lo que convierte la hora de la comida en un campo de batalla lleno de tensos enfrentamientos.
Una nueva encuesta de 2.000 padres de niños en edad escolar reveló que la madre o el padre típico hace cinco tratos relacionados con la comida con su hijo cada semana.
La hora de la cena es la comida más difícil del día, y los padres reciben la mayor resistencia de sus hijos, especialmente los de cinco años, que oficialmente son los más quisquillosos para comer.
El estudio realizado por Talker Research en nombre de SeaPak, descubrió que el 44 % de los padres se preocupan por los hábitos alimenticios quisquillosos de sus hijos que están afectando negativamente su nutrición general.
La queja más importante que provoca crisis a la hora de comer es que los niños se niegan a comer verduras, y el 37 % de los padres informan estar en esta lucha. Muy de cerca, el 33 % de los padres dijo que a su hijo no le gusta el olor de la comida, mientras que el 32 % dijo que su pequeño se niega a comer simplemente por su apariencia.
Para el 14 % de los padres, la reticencia de sus hijos a probar nuevas comidas es un factor importante en estas batallas alimentarias constantes.
“Es un problema muy común”, afirmó Meaghan Murphy, experta en estilo de vida y portavoz de SeaPak. “Todo el tiempo escuchamos a padres que quieren asegurarse de que sus hijos sigan una dieta equilibrada, pero que también dudan en comer algo que nunca hayan probado antes. La buena noticia es que con un poco de creatividad, introducir nuevos alimentos y sabores en platos familiares puede ayudar a los niños a ampliar su paladar y disfrutar de una dieta más variada y nutritiva sin estrés”.
En lugar de castigar a sus hijos por resistirse, muchos padres han tenido éxito al involucrarlos en las decisiones a la hora de comer. Algunos de los alimentos más queridos que los niños casi nunca rechazan incluyen la pizza (76 %), los nuggets de pollo (73 %), las papas fritas (72 %), los macarrones con queso (66 %) y las hamburguesas (58 %).
Sorprendentemente, los mariscos también son un éxito, ya que el 32 % de los padres dijeron que sus hijos nunca dicen no a los camarones y el 31 % informa lo mismo sobre los palitos de pescado.
Usar comidas familiares como una puerta de entrada a nuevos sabores es una estrategia común, ya que el 31 % de los padres combinan alimentos desconocidos con los que sus hijos ya disfrutan.
El 36 % de los padres involucran a sus hijos en la preparación de las comidas y el 34 % introduce nuevos alimentos gradualmente para que se acostumbren a probar diferentes sabores.
En lo que respecta a los alimentos a los que más se resisten los niños, las verduras son el mayor problema: el 56 % de los padres afirman que reciben la mayor resistencia en esta categoría. En comparación, solo el 17 % afirma que sus hijos se resisten cuando se trata de comer proteínas.
Los padres también han adoptado estrategias adicionales para fomentar una alimentación saludable. El 28 % les enseña a sus hijos los beneficios de una buena nutrición, el 26 % trabaja para crear un entorno positivo y sin presiones a la hora de comer y otro 26 % da ejemplo de buen comportamiento probando nuevos alimentos junto con sus hijos.
Otras tácticas útiles incluyen la exposición repetida a nuevos alimentos (25 %), ofrecer recompensas o incentivos (19 %) y preparar los alimentos en formas divertidas y presentaciones coloridas (19 %).
Curiosamente, los hábitos alimentarios selectivos no siempre desaparecen con la edad. Más del 26 %, admitió que eran quisquillosos con la comida de niños y que siguen siéndolo hasta el día de hoy.
“Sabemos que lograr que los niños más exigentes prueben nuevos alimentos puede ser un desafío, pero los mariscos son una excelente fuente de proteínas que ofrece una manera rápida y fácil de hacer que la hora de la comida sea divertida y nutritiva”, dijo Ciera Womack, directora de marketing de mariscos en Rich Products Corporation. “Nuestro objetivo es ayudar a los padres a sentirse seguros al servir mariscos de maneras que sean familiares y accesibles, ya sea una versión diferente de un plato favorito o una forma nueva y divertida que despierte la curiosidad. Cada pequeño paso hacia la variedad puede ayudar a sentar las bases para hábitos alimenticios más saludables en el futuro”.
CRÍTICAS MÁS COMUNES DE LOS NIÑOS A LA HORA DE COMER:
● No les gustan las verduras (37 %)
● No les gusta el olor (33 %)
● No les gusta la apariencia (32 %)
● Demasiado picante (22 %)
● Demasiado blando (18 %)
● No quieren comer algo nuevo (14 %)
● Demasiado soso (10 %)
● Demasiado aburrido (9 %)
● Lo comieron hace poco en el almuerzo de la escuela (9 %)
● Demasiado duro (9 %)
● Demasiado caliente (9 %)
● Demasiado frío (7 %)
● Demasiado crujiente (6 %)