Alabama aprueba una ley para proteger a los proveedores de FIV de acciones legales
Ante la presión para que los servicios de fertilización in vitro se retomaran en el estado, la gobernadora de Alabama promulgó el miércoles con rapidez una ley que protege a los médicos de posibles acciones legales planteadas por un fallo judicial que equiparó los embriones congelados a los niños.
La gobernadora republicana Kay Ivey firmó la ley aprobada en una sesión a altas horas de la noche por legisladores que intentaban responder a una oleada de críticas después de que algunas de las clínicas de fertilidad más grandes del estado suspendieran sus operaciones. Los médicos de al menos una de las clínicas dijeron que retomarían los servicios de FIV el jueves.
“Me alegro de convertir en ley esta medida importante de corto plazo para que las parejas en Alabama que esperan y rezan para ser padres puedan aumentar sus familias a través de la FIV”, dijo Ivey.
Los legisladores republicanos del estado propusieron la inmunidad ante demandas como forma de reabrir las clínicas. Sin embargo, se negaron a introducir un texto que abordara la situación legal de los embriones, y que según algunos era necesario para resolver el tema de forma definitiva.
La Corte Suprema del estado había concluido que tres parejas cuyos embriones congelados fueron destruidos en un accidente en un centro de almacenamiento podían presentar demandas por homicidio culposo de sus “hijos extrauterinos”. El fallo, que trataba el embrión igual que a un niño o un feto en gestación, planteó reparos sobre la responsabilidad legal de las clínicas. Tres grandes centros suspendieron sus operaciones.
La nueva ley, que entró en vigencia de inmediato, protege a los proveedores de demandas y cargos penales por “los daños o muerte de un embrión” en los servicios de FIV. Podrían presentarse demandas civiles contra fabricantes de productos relacionados con el proceso, como las soluciones ricas en nutrientes utilizadas para cultivar los embriones, pero los daños se limitarían a “el precio pagado para el ciclo de in vitro afectado”.
Pacientes y médicos habían viajado a Montgomery para instar a los congresistas a encontrar una solución. Relataron cómo se habían cancelado de pronto las transferencias de embriones y su senda a la paternidad había quedado en duda.
Médicos de Alabama Fertility, una de las clínicas que habían detenido los servicios, observaron la aprobación final de la ley. Dijeron que eso les permitiría reanudar las transferencias embriones “a partir de mañana”.
“Tenemos algunas transferencias mañana y algunas el viernes. Esto implica que podremos hacer transferencias de embriones y esperemos tener más embarazos y bebés en el estado de Alabama”, dijo la doctora Mamie McLean tras la votación.
El senador republicano Larry Stutts, obstetra y ginecólogo que depositó el único voto en contra en el Senado el miércoles, dijo que la norma es “una ley de protección de proveedores y practicantes de FIV” y no protege a las pacientes ni a sus embriones.
“En realidad limita la capacidad de las madres implicadas en FIV a recurrir, y pone un valor económico a la vida humana”, afirmó.
Los demócratas de la cámara propusieron una ley que establecería en la ley del estado o la Constitución estatal que un embrión humano fuera del útero no puede considerarse como un niño no nacido o un ser humano en la ley del estado. Los demócratas alegaron que era la forma más directa de abordar el asunto. Los republicanos no han presentado la propuesta a votación.
Los republicanos del estado abordaban una crisis que ayudaron a crear en parte cuando se añadió un apartado contra el aborto a la Constitución de Alabama en 2018. La enmienda, aprobada por el 59% de los votantes, indicó que la política del estado es reconocer los “derechos de los niños no nacidos”.
Esa frase se convirtió en la base del fallo judicial. Sus partidarios dijeron entonces que permitiría al estado prohibir el aborto si se revocaba el precedente ante el Supremo federal de Roe contra Wade, pero los críticos dijeron que podría establecer la condición de persona para los óvulos fertilizados.
Por su parte, la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, un grupo que representa a los proveedores de FIV en todo el país, dijo que la legislación no va lo bastante lejos. Sean Tipton, vocero de la organización, dijo que la legislación no corrige el problema fundamental, que según dijo es que la corte “mezcla los óvulos fertilizados con niños”.
Los impulsores de la ley, el senador republicano Tim Melson y la representante republicana Terri Collins, dijeron que la propuesta era la mejor solución inmediata que habían podido encontrar para que se retomaran los servicios de FIV.
“El objetivo es que estas clínicas reabran y las mujeres reciban su tratamiento y tengan embarazos exitosos”, dijo Melson.
Los republicanos también gestionan una situación delicada, divididos entre la amplia popularidad y el apoyo a la FIV y los conflictos en su propio partido. Algunos republicanos intentaron incluir una enmienda en la ley que prohibiera la destrucción de embriones sin utilizar.
“Creo que hay demasiadas diferencias de opinión sobre dónde comienza la vida. Mucha gente dice que en la concepción. Mucha gente dice que en la implantación. Otros dicen que en el latido del corazón. Ojalá tuviera la respuesta”, dijo Melson, que impulsó la nueva ley.
Melson, que es médico, dijo que los parlamentarios tendrían que elaborar legislación adicional, pero que debería basarse en “ciencia, no presentimientos”.