¿Por qué el alcohol sabotea tu sueño? Consejos para evitarlo
Consultamos a expertos para conocer las razones por las que el alcohol suele sabotear nuestro sueño, y cómo remediarlo
La Navidad se asocia a menudo con excesos y falta de sueño. Muchos de nosotros nos hemos sentido perezosos a la mañana siguiente de beber alcohol en una noche festiva. Si te has preguntado cómo afecta la bebida a nuestro cerebro y nuestro cuerpo durante la noche, sigue leyendo.
Consultamos a expertos para conocer las razones por las que el alcohol suele sabotear nuestro sueño.
¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando bebemos alcohol?
“Cuando consumimos bebidas alcohólicas, nuestro cuerpo prioriza la descomposición del alcohol sobre otros procesos corporales, lo que lleva a la acumulación de subproductos tóxicos como el acetaldehído, que puede causar inflamación y fatiga”, explica el Dr. Ashwin Sharma, profesional médico de referencia en la cadena británica de centros de salud MedExpress, y agrega: “Inicialmente, el alcohol deprime el sistema nervioso central, lo que produce sensaciones de relajación o euforia”.
“Sin embargo, a medida que se metaboliza el alcohol, el cerebro lo compensa volviéndose más excitable, lo que provoca inquietud, trastornos del sueño y aumento de la frecuencia cardíaca durante la segunda mitad de la noche”, continúa Sharma.
Consumir demasiado alcohol también puede afectar a la parte del cerebro que regula nuestro reloj interno.
“[El alcohol] afecta al hipotálamo, la región del cerebro que regula los ritmos circadianos, y puede interferir en el reloj biológico”, afirma Steve Allder, neurólogo consultor del centro de salud mental Re:Cognition Health, en Reino Unido.
¿Empeora la calidad del sueño tras una noche de copas?
“La calidad del sueño es casi siempre peor después de consumir alcohol”, confirma Allder, y añade: “El alcohol suprime el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) durante la primera mitad de la noche. A medida que el cuerpo metaboliza el alcohol, se produce un efecto rebote que provoca un sueño más ligero y fragmentado en la segunda mitad”.
“También altera las propiedades reparadoras del sueño de ondas lentas, dejándote menos fresco al día siguiente”, explica.
“El alcohol es un diurético que provoca micciones frecuentes y deshidratación, lo que a su vez puede fragmentar el sueño y provocar despertares en la madrugada”, agrega Allder.
¿Cuáles son las consecuencias a corto plazo de la interrupción del sueño después de beber?
Tras una noche de sueño de mala calidad debido al alcohol, es posible experimentar efectos cognitivos y cambios de humor.
“Es probable que nos sintamos fatigados, perezosos y con la mente nublada debido a la interrupción del sueño y a la deshidratación. Asimismo, el alcohol también puede causar dolores de cabeza, mareos y sequedad de boca debido a la pérdida de líquidos”, dice Sharma.
“También son frecuentes los trastornos del estado de ánimo, como la irritabilidad, la ansiedad e incluso la depresión, provocados por los desequilibrios que el alcohol produce en los neurotransmisores del cerebro”, detalla.
¿Qué ocurre si bebemos con regularidad durante las fiestas?
“Beber regularmente durante las fiestas puede crear un ciclo de sueño deficiente y mayor fatiga”, advierte Sharma, y agrega: “Si al cuerpo se le dificulta mantener un ritmo natural de sueño-vigilia, puede desarrollar una deuda crónica de sueño, lo que dificulta llevar a cabo las actividades del día”.
“El consumo repetido de alcohol también puede debilitar nuestro sistema inmunitario, haciéndonos más susceptibles a las infecciones”, continúa.
Las alteraciones del sueño relacionadas con el alcohol durante un periodo prolongado también pueden provocar toda una serie de problemas mentales y físicos graves.
“Las interrupciones del sueño relacionadas con el alcohol a largo plazo pueden provocar insomnio persistente y fatiga crónica, y aumentar los riesgos de padecer problemas de salud mental como depresión y ansiedad. El ritmo circadiano puede desajustarse, dificultando el mantenimiento de un horario regular de sueño”, afirma Sharma.
“Con el tiempo, dormir mal puede contribuir a problemas cardiovasculares, reducir la función cognitiva y debilitar la respuesta inmunitaria, aumentando el riesgo de diversas enfermedades crónicas”, asegura.
¿Cómo se pueden prevenir estos efectos y mejorar el sueño durante las fiestas?
“Para mitigar los efectos del alcohol sobre el sueño, podemos ingerir agua entre las bebidas alcohólicas para mantenernos hidratados”, aconseja Sharma, y añade: “Además, deberíamos evitar beber alcohol en las tres horas previas a acostarnos para dar tiempo al cuerpo a metabolizarlo”.
Una rutina de sueño regular y la exposición a la luz también pueden ayudar.
“Debemos mantener una rutina de sueño regular, acostándonos y levantándonos a la misma hora cada día; asimismo, podemos realizar una terapia de exposición a la luz durante las horas diurnas para ayudar a regular el ritmo circadiano después de un sueño interrumpido”, recomienda Sharma.
Traducción de Sara Pignatiello