La OIT pide educación y protección social en Asia para conseguir riqueza y lidiar con envejecimiento
Conforme las economías en Asia y el Pacífico se desaceleran y envejecen, los países deben hacer más para asegurarse de que los trabajadores reciben la educación, capacitación y protecciones sociales necesarias para subir los salarios y garantizar la igualdad social, según dijo el martes un reporte de Naciones Unidas.
El reporte de la Organización Internacional del Trabajo señaló que el crecimiento de la productividad ha perdido velocidad, lo que afecta a los ingresos y socava la capacidad adquisitiva de los 2.000 millones de trabajadores de la región. Al mejorar la productividad, los gobiernos pueden reforzar los ingresos y prepararse mejor para el envejecimiento de su fuerza laboral, indicó el documento.
Dos de cada tres trabajadores de la región tenían empleos informales en 2023, por ejemplo como jornaleros, sin las protecciones asociadas a los empleos formales.
“La falta de oportunidades laborales que cubran los criterios de un trabajo decente, como buenos ingresos, no sólo pone en peligro la justicia social en la región, sino que también supone un factor de riesgo para las perspectivas del mercado laboral”, indicó el reporte.
En un indicio del potencial de mejora, la productividad laboral creció a una tasa media anual del 4,3% entre 2004 y 2021, lo que ayudó a impulsar los ingresos por trabajador en cuando a paridad de poder adquisitivo, que compara el nivel de vida en diferentes países empleando una moneda común, a 15.700 dólares en comparación con los 7.700 anteriores. Pero esa tendencia ha perdido velocidad en la última década, indicó el reporte, lo que complica el progreso hacia una mayor riqueza.
El análisis destacaba varios desafíos, en especial el desempleo entre jóvenes que no están estudiando, que es más del triple que entre adultos, el 13,7%.
El uso creciente de la inteligencia artificial y otra tecnología de automatización hará que algunas personas pierdan sus empleos, señaló. Las mujeres que realizan tareas de oficina y en tecnologías de la información tienen más posibilidades de verse afectadas conforme las compañías reducen su dependencia de los centros de llamadas en el extranjero, que han proporcionado empleos de calidad en países como Filipinas e India.
Otros factores como las disputas comerciales y la inestabilidad política amenazan con afectar a los empleos en algunos sectores, pero el envejecimiento supone un desafío aún mayor cuando los países envejecen antes de alcanzar la riqueza.
Se estima que la tasa de personas en Asia mayores de 65 años en comparación con las de entre 15 y 64 se multiplicará por dos, a casi un tercio, para 2050, en comparación con el 15% de 2023, según el informe de la OIT.
En lugares como Japón, empleadores que no logran cubrir las vacantes han recurrido a robots y pedidos informatizados en restaurantes, reducen sus horas de apertura e instalan máquinas de autocobro.
El reporte señaló que un motivo importante por el que algunos países sufren falta de trabajadores pese a tener un amplio número de personas sin empleo o con un empleo insuficiente es una discordancia entre los puestos disponibles y la educación o competencias de los ciudadanos.
“La región aún tiene un enorme potencial de incrementar las competencias, mejoras de productividad y ganar en eficiencia, lo que puede aliviar presiones demográficas sobre el mercado de trabajo”, afirmó.
El reporte señaló que más de un tercio de los trabajadores de la región tienen un nivel educativo demasiado bajo para sus puestos, en comparación con el 18% de trabajadores en países de altos ingresos.
El reporte señaló también otros hallazgos, como que la gente en Asia y el Pacífico sigue trabajando más horas que los trabajadores en otras regiones, con una media de 44 horas semanales, aunque es un descenso respecto a las 47 horas de 2005.
Casi 73 millones de trabajadores de la región vivían en pobreza extrema en 2023, con ingresos diarios de menos de 2,15 dólares por persona en paridad de poder adquisitivo
Pese a las subidas en la edad de jubilación, la participación total de la fuerza de trabajo en la región de Asia-Pacífico cayó del 67% en 1991 a aproximadamente el 61% en 2023. Está previsto que caiga al 55% para 2050.
Por último, se espera que la necesidad de trabajadores para prestar cuidados de largo plazo en la región sea más del doble para 2050, 90 millones de personas frente a los 46 millones de 2023. Eso elevaría la proporción de gente empleada en ese campo al 4,3% del total, en comparación con el 2,3% actual.