En las elecciones de Brasil, el futuro del Amazonas está en juego
Los ambientalistas advierten que el Amazonas se dirige a un punto de inflexión que tendría consecuencias para todo el planeta
A medida que los brasileños se dirigen a las urnas el domingo, el futuro del Amazonas está en juego, advierten los expertos.
Los dos principales candidatos en las elecciones presidenciales son pesos pesados de la política que ofrecen visiones opuestas sobre cómo sacar a millones de personas del hambre, revertir el declive económico del país y gestionar su vasta biodiversidad.
El presidente derechista Jair Bolsonaro lleva cuatro años en el cargo, un período marcado por tasas récord de deforestación y protecciones ambientales debilitadas. Su rival, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió a resolver la deforestación ilegal en la selva amazónica después de supervisar una disminución de la deforestación durante sus ocho años en el cargo en la década de 2010.
“Es un momento crítico”, dijo Mercedes Bustamante, profesora de la Universidad de Brasilia y miembro del Grupo Asesor de Crisis Climática. “Es el Amazonas, y son todos los demás biomas brasileños los que registran el mismo aumento en las tasas de deforestación”.
La deforestación del Amazonas se disparó bajo el presidente derechista de Brasil, quien asumió el cargo en 2019 y prometió seguir con las construcciones en la selva tropical y descartó la preocupación mundial por su destrucción. A fines de 2021, la deforestación allí alcanzó un máximo de 15 años después de aumentar un 22 por ciento en un año. Luego, en julio, la tasa de pérdida de árboles alcanzó un nuevo récord histórico durante los primeros seis meses del año, luego de que se destruyera un área cinco veces el tamaño de la ciudad de Nueva York.
Una derrota para Bolsonaro podría conducir a una caída de la deforestación de casi un 90 por ciento durante la próxima década, según un análisis reciente de la publicación ambiental Carbon Brief.
Pero el destino del Amazonas no solo importa para Brasil.
“Sin la Amazonía, perdemos la lucha contra el cambio climático”, aseguró Bel Lyon, asesora superior de programas para América Latina de WWF. “La selva juega un papel crucial en el almacenamiento de carbono y la regulación del clima mundial a medida que libera agua a la atmósfera”.
Es la selva tropical más grande del mundo, uno de los lugares más ricos del planeta en términos de biodiversidad y un importante sumidero de carbono. Los árboles son cruciales para frenar el cambio climático, ya que absorben dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que provoca el rápido calentamiento global.
El año pasado, un estudio encontró que partes de la selva amazónica se habían convertido en un emisor neto de carbono en lugar de un sumidero de carbono debido a la deforestación y la intensificación de la estación seca que condujo a un aumento en la cantidad de incendios. También citó otros estudios que encontraron que el calentamiento global causa un aumento en la mortalidad de los árboles y una reducción en la fotosíntesis en todo el Amazonas.
“Se acerca a un peligroso punto de inflexión crucial que podría hacer que grandes áreas se transformen de una selva tropical húmeda y resistente a un estado seco, devastado por el fuego y degradado de forma irreversible”, comentó Lyon. “Además de ser una tragedia para las personas y la vida silvestre que llaman hogar al Amazonas, no podremos limitar el calentamiento global a 1,5 °Celsius, con consecuencias para todo el planeta”.
Alexandre Kōberle, investigador del Instituto Grantham en el Imperial College de Londres, añadió que este punto de inflexión podría ocurrir en la próxima década.
“Las indicaciones son que una vez que llegue al 20 por ciento de deforestación, se convertiría en un ciclo de retroalimentación positiva y casi irreversible y estamos casi en ese punto”, informó.
Las apuestas, entonces, son altas.
“Es muy importante”, opinó Kōberle, sobre las elecciones. “Necesitamos un cambio en la forma en que el país trata con la selva amazónica”.
Los expertos le dijeron aThe Independent que con una victoria de Bolsonaro, es poco probable que suceda este cambio.
“Si gana Bolsonaro, tendremos más de lo mismo, una consolidación de esta retórica y acción contra el medio ambiente, quizá más deforestación, más acaparamiento de tierras”, dijo. Si Lula gana, los analistas dijeron que las cosas podrían cambiar, pero advirtieron que no será fácil.
En primer lugar, la composición del Congreso y quiénes sean elegidos como gobernadores durante la elección determinarán cuántas cosas podría cambiar Lula.
Luego tiene que lidiar con partes del poderoso cabildeo agrícola que usa la tierra para criar carne de res y cultivar soya y no quiere cambiar sus prácticas, así como con la débil aplicación de la ley en la región.
También hay partes internacionales interesadas con las que trabajar, como Europa, un importante importador de productos agrícolas de Brasil, detalló Kōberle.
Pero Lula podría impulsar la financiación de las agencias ambientales, cuyos presupuestos se redujeron de forma drástica bajo Bolsonaro y cuyos poderes se han visto limitados, y podría volver a comprometerse con la comunidad internacional sobre el clima, expresó Kōberle.
“Las decisiones que tome el gobierno brasileño después de esta elección tendrán consecuencias para todo el mundo, pero también es importante que otros países, incluido el Reino Unido, se aseguren de que todos los productos relacionados con la deforestación se eliminen de las cadenas de suministro”, puntualizó Lyon.
Un portavoz del gobierno brasileño declaró: “El gobierno brasileño está muy comprometido con la reducción de las tasas de deforestación en Brasil, en particular en el Amazonas”.
“Desde el año pasado, se han promulgado importantes medidas en materia de aplicación de la ley, en un esfuerzo permanente de colaboración entre múltiples agencias federales, en la lucha contra los delitos y actividades nocivas para el medio ambiente en la región amazónica. En 2021, el Ministerio del Medio Ambiente duplicó el presupuesto para los organismos de aplicación. En 2022, este presupuesto se incrementó de nuevo”.
“Brasil enfrenta los enormes desafíos ambientales de nuestro tiempo con más éxito que muchos otros países. El porcentaje de nuestro territorio cubierto por áreas protegidas y la participación de nuestra matriz energética basada en fuentes renovables, por ejemplo, se encuentran entre las más altas del G-20”.
“Además, en comparación con muchos otros países, Brasil aborda sus problemas ambientales de manera muy transparente y pone a disposición del público datos e información sobre la región amazónica, casi en tiempo real”.