Alaska: Proyecto Willow amplía brecha con indígenas
La aprobación de parte del gobierno de EEUU del proyecto de extracción de petróleo más grande en Alaska en décadas promete ampliar la brecha entre los indígenas de ese estado; cuando algunos dicen que el dinero del petróleo no puede contrarrestar los daños causados por el cambio climático, otros defienden el proyecto como económicamente vital
La aprobación de parte del gobierno estadounidense del proyecto de extracción de petróleo más grande en Alaska en décadas promete ampliar la brecha entre los indígenas de ese estado; cuando algunos dicen que el dinero del petróleo no puede contrarrestar los daños causados por el cambio climático, otros defienden el proyecto como económicamente vital.
Es probable que dos demandas legales presentadas casi de inmediato por ambientalistas y un pueblo originario de Alaska exacerben las tensiones que se han acumulado durante años de debate sobre el proyecto Willow de ConocoPhillips.
Muchas comunidades en North Slope de Alaska celebraron la aprobación del proyecto esta semana, citando nuevos empleos y la afluencia de dinero que ayudará a apoyar escuelas, otros servicios públicos e inversiones en infraestructura en sus aldeas aisladas. Hace apenas unas décadas, muchas aldeas no tenían agua potable, afirmó Doreen Leavitt, directora de recursos naturales de la Comunidad Inupiat de Arctic Slope. La escasez de viviendas sigue siendo un problema, con varias generaciones a menudo viviendo juntas, dijo.
“Todavía tenemos un largo camino por recorrer. No queremos ir hacia atrás”, indicó Leavitt.
Añadió que 50 años de producción petrolera en North Slope, rico en petróleo, han demostrado que el desarrollo puede coexistir con la vida silvestre y la forma de vida tradicional de subsistencia.
Pero algunos indígenas de Alaska criticaron la decisión de dar luz verde al proyecto y cuentan con el apoyo de grupos ambientalistas que impugnan la aprobación en una corte federal.
La acritud hacia el proyecto fue subrayada en una carta fechada a principios de este mes escrita por tres líderes de la comunidad Nuiqsut, quienes describieron su aldea remota como “zona de impacto para la industrialización del Ártico”. Dirigieron la carta a la secretaria del Interior, Deb Haaland, miembro de Laguna Pueblo de Nuevo México y la primera indígena norteamericana en dirigir un departamento del gabinete.
Citaron la amenaza que representa el cambio climático para las migraciones de caribúes y su capacidad para viajar a través de áreas que alguna vez estuvieron congeladas. El dinero del proyecto ConocoPhillips no será suficiente para mitigar esas amenazas, aseveraron. La comunidad está a unos 58 kilómetros (36 millas) del proyecto Willow.
“Son indemnizaciones por la pérdida de nuestra salud y cultura”, escribieron los líderes de Nuiqsut. “Ningún dólar puede reemplazar lo que arriesgamos.... Es una cuestión de nuestra supervivencia”.
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Brown reportó desde Billings, Montana.