América Latina: por qué aún hay motivo para revindicar el 8M
Las mujeres son el 51,5% de las 666,2 millones de personas que viven en América Latina
Las mujeres son el 51,5% de las 666,2 millones de personas que viven en América Latina. Pero ese equilibro respecto de los hombres no se replica en las estadísticas de acceso a la educación, pobreza, empleo, participación en política y otros indicadores que constatan que la inequidad de género aún persiste en la región.
En los países latinoamericanos habrá este miércoles, Día Internacional de la Mujer, marchas contra la discriminación y la violencia de género que no distingue edad, nivel educativo o estrato económico.
El anuario estadístico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentado en febrero contiene cifras que perfilan la brecha en la que se sustentan estas manifestaciones.
Según el informe, son mayoría las mujeres que tienen 13 años de instrucción o más (27,7%) frente a los hombres (23,5%). Sin embargo, la desocupación a ese nivel educativo es mayor en ellas (8,8%) que en ellos (6,7%) y en todos los casos el desempleo urbano afecta más a las mujeres.
Cuando se le pregunta a jóvenes de 15 a 24 años que no estudian ni trabajan, sólo un 1,5% de los hombres da como razón que tiene que ocuparse de trabajos no remunerados en el hogar mientras que es la razón que alegan el 17,4% de las mujeres.
De hecho, al repasar las horas empleadas en las tareas domésticas entre ambos sexos, en el mejor de los casos las mujeres dedican algo más del doble de horas que los hombres. Eso ocurre, por ejemplo, en Brasil, Chile o Cuba. Pero las estadísticas de la CEPAL muestran que en la mayoría de los países hasta triplican el tiempo dedicado al hogar. Por ejemplo, en Colombia, las mujeres ponen 18,9 horas semanales en tareas domésticas frente a las 5,9 horas de ellos o en México, 24,2 horas frente a 8,8.
Siendo ellas las que dedican más horas a las tareas domésticas, sólo hay tres situaciones en las que hay más jefas que jefes de hogar: cuando están solteras, cuando son madres solteras o cuando conviven con una familia extendida -es decir, cuando hay parientes relacionados con los miembros de la pareja en la misma vivienda-. En los hogares formados por parejas con hijos, son ellos los considerados jefes del hogar en el 48,1% de los casos frente al 14,4% de las mujeres, según cifras de 2021.
Al medir por sexos a la población que vive sin ingresos propios, el anuario de la CEPAL también mostró que en todas las franjas de edad las mujeres son las más afectadas: en el grupo de 25 a 34 años el 26,9% de las mujeres carece de ingresos propios frente al 11,4% de los hombres; entre los 35 a 44 años son el 24,2% de mujeres y sólo el 8% de hombres y entre los 45 y 59 años el 28,1% frente al 9,2%.
En tanto, el 77,1% de los hombres integran la población económica activa de los países latinoamericanos frente al 50,9% de las mujeres. En los trabajos urbanos de baja productividad ellas tienen menos espacio entre asalariados y empleadores, pero son más en trabajos independientes no calificados, comercio y servicios y, sobre todo, en el empleo doméstico.
En cuanto a la representación política, el país con más escaños del Parlamento ocupados por mujeres es Cuba, con un 53,4% y sólo México, Bolivia, Nicaragua y Costa Rica tienen repartidas sus plazas en el Congreso en torno al 45%-50% para mujeres.