AMLO cancela discurso sobre conflicto con EE.UU., ahora hablará de paz mundial
López Obrador asegura que Joe Biden cambió el “tono” de la comunicación respecto al desacuerdo de Estados Unidos con la política energética de México, aunque la consulta a través de los mecanismos establecidos en el T-MEC continúa
En un cambio poco común, Andrés Manuel López Obrador, rectificó sus intenciones para el próximo 16 de septiembre y anunció que ese día, en el discurso del desfile militar que pronunciará con motivo del aniversario del inicio de la independencia de México, hablará sobre la postura del gobierno federal en el conflicto entre Rusia y Ucrania, para cuya solución propondrá una reunión entre los líderes de ambos países con el papa Francisco y el titular de la ONU de mediadores.
“Aprovecho para decirles que no voy a referirme a ese tema, voy a hablar de la paz en el mundo, voy a hablar de la postura de México sobre Rusia y Ucrania, de la propuesta a Naciones Unidas para conseguir la paz”, indicó.
En julio pasado, López Obrador adelantó que en el marco del desfile militar del 16 de septiembre fijaría su posición en torno a las consultas solicitadas por Estados Unidos y Canadá sobre la presunta violación del T-MEC por parte de la política energética que promueve su gobierno.
“Yo voy a aprovechar a informar el día 16 de septiembre, el día de nuestra independencia sobre este asunto (la controversia), no vamos a informar antes, ese día; y, ¿por qué el 16 y no el 15? Porque el 15 es el grito y la verdad que, ese al conocimiento histórico se dio en la madrugada del día 16 y ya tenemos pensado que vamos a convocar al pueblo la noche del grito en el Zócalo, y al día siguiente vamos a llevar a cabo el desfile militar conmemorativo, y ahí vamos a fijar nuestra postura sobre este asunto. Pero, no vamos a ceder, porque es un asunto de principios, tiene que ver con nuestra soberanía”, dijo desde Puerto Vallarta, en Jallisco.
AMLO también se quejó aquel día de las diferentes manifestaciones sobre los riesgos que implica para la economía mexicana un posible conflicto comercial con Estados Unidos por las políticas proteccionistas que se han impulsado desde el gobierno federal.
Sin embargo, el lunes 12 de septiembre, el mandatario mexicano aseguró que su cambio de postura se debe a la modificación del “tono” en que las autoridades estadounidenses manifestaron su desacuerdo con la política energética mexicana.
“Es que hay un tono distinto, hay una actitud de respeto, mejor dicho es la reafirmación del respeto a nuestra soberanía porque el presidente Biden lo había planteado que siempre con nosotros la relación iba a darse a partir de un pie de igualdad, respetando nuestra soberanía y lo que sucedió con la consulta, el tono, el ‘modito’ diría el presidente Cárdenas, no fue el más diplomático ni lo que merecemos entonces se entendió de que no es por ahí”, declaró Andrés Manuel.
El jefe del Ejecutivo externó que es necesario mantener buenas relaciones entre ambos países y destacó la respuesta positiva que obtuvo por parte del presidente Joe Biden en una misiva que intercambiaron en semanas anteriores con motivo de las controversias sobre la política energética.
“No nos podemos pelear porque está de por medio el interés de nuestro pueblo, es muy irresponsable que una élite actúe en función de sus ideologías o intereses hegemónicos, económicos, comerciales”, acusó.
¿Por qué hay una controversia en materia de política energética?
En julio, la USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos) solicitó consultas a la política pública y regulatorias de México que han impactado negativamente a sus empresas, para determinar si la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica de marzo de 2021. beneficia ilegalmente a la CFE (Comisión Federal de Electricidad) y a Pemex.
Un día después, Canadá se sumó a la consulta y expresó su preocupación sobre las políticas incompatibles con las obligaciones de México bajo el T-MEC.
El capítulo 2 del tratado entre los tres países, determina que México dará un trato nacional a las empresas de Estados Unidos y Canadá, por lo que no puede haber uno preferencial para las empresas del Estado.