Autoridades bolivianas analizan declarar desastre a ciudad amazónica tras histórica inundación
Las inundaciones en Bolivia, que suman 40 muertos a nivel nacional, forzaron la evacuación de más de 570 familias por el desbordamiento de un río en una ciudad de la región amazónica, fronteriza con Brasil, una situación que ha llevado a las autoridades locales a plantear la declaratoria de desastre para obtener ayudas.
“Estamos alojados en un coliseo, la situación es muy precaria. Vivimos con las mascotas, ya somos más de 157 personas aquí y ya no entra nadie más", dijo el miércoles a The Associated Press la profesora Carolina Araujo, de 57 años, que el domingo tuvo dejar su casa en la ciudad de Cobija, en el norte boliviano, tras desbordarse el río Acre y dejar decenas de viviendas bajo el agua. El aumento del caudal llegó a 16 metros el día anterior, superando registros históricos de 2015.
Araujo y su familia viven en un albergue de los 14 que habilitó la alcaldía de la pequeña ciudad amazónica, capital de la región de Pando, a más de 600 kilómetros de La Paz.
La alcaldesa de Cobija, Ana Lucia Reis, informó a la AP que ante el desbordamiento del río, que inició el fin de semana, han evacuado a 570 familias de los barrios que podrían ser afectados y se planteó la declaratoria de desastre en la zona.
“Estas inundaciones han salido de todo registro, han llegado a barrios que no esperábamos… Nos obliga a analizar una declaración de desastre porque necesitamos una mayor ayuda”, mencionó.
Las aguas del río Acre han cubierto casi la mitad del puente de la Amistad, que comunica Bolivia con Brasil. De acuerdo con imágenes aéreas, solo se ven los techos de las casas cercanas al puente, tanto en el lado brasileño como en el boliviano.
“Solo se ve el techo, ya estoy pensado buscar otro lugar donde vivir”, agregó Araujo.
Varias familias usan lanchas para moverse por las calles, pero otras lo hacen a pie con el fin de rescatar sus objetos de valor de sus casas bajo el agua. Bernardina Veyuma, una vendedora de comida de 62 años, contó que a ella le costó encontrar un albergue porque la mayoría están llenos.
“Yo ruego al Señor que, de una vez, baje el agua”, reclamó la mujer, quien asegura que la situación se le complicó, porque al no tener dónde cocinar tampoco puede salir a vender comida.
Según el viceministerio de Defensa Civil, desde noviembre se registraron 40 fallecidos, más de 15.000 familias afectadas a nivel nacional, decenas de evacuados y pérdida de infraestructura y cultivos debido a los estragos que dejaron las intensas lluvias.
En diferentes municipios de las nueve regiones bolivianas, hay afectación por el exceso de precipitaciones en febrero que superaron los registros normales de varias décadas, tras dos meses de una dura sequía.
Se prevé que las lluvias continúen hasta mediados de marzo. En una semana, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) ha emitido dos alertas rojas por el riesgo de desbordamiento inminente de ríos en las regiones de La Paz, Pando y Cochabamba.