Boric y Guterres vuelven de Antártida, llaman a líderes globales asumir responsabilidades climáticas
El presidente chileno Gabriel Boric y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, concluyeron el sábado un viaje a la Antártida para llamar la atención sobre el papel fundamental del continente blanco en el cambio climático, advirtiendo de los peligros de su negacionismo entre dirigentes mundiales y llamando a que estos asuman sus responsabilidades climáticas.
“Yo veo una preocupación en el mundo respecto de todos los que niegan el cambio climático, más allá de una persona en particular. Si quien niega el cambio climático además sucede que tiene responsabilidades políticas por supuesto que ese riesgo aumenta”, señaló Boric al ser interrogado por un periodista de The Associated Press sobre el negacionismo climático de Javier Milei, recién elegido presidente en la vecina Argentina, un país que también tiene bases e investigaciones en la Antártida.
Milei afirmó durante su campaña que el cambio climático es “un invento socialista”.
“Nosotros como humanidad somos los responsables del aumento de la temperatura a niveles extremos por sobre los ciclos propios del planeta”, afirmó de su lado Boric, agregando que la ciencia ha sido categórica y clara en señalar este aspecto.
El presidente chileno culminó el sábado un viaje de tres días junto a Guterres para llamar la atención al mundo sobre la importancia de la Antártida, un continente blanco en rápido deshielo, y el rol que juega en el cambio climático, una semana antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-28) que se celebrará en Dubai a partir del 30 de noviembre.
Ambos lanzaron la tarde del viernes una de las sondas o globos dedicadas a recopilar datos como radiación que luego son ocupados en modelos climatológicos en el remoto lugar, el continente más austral del planeta que contiene el polor sur.
“Hay que salir con una energía reforzada” para la COP en la que voy a participar en unos días, señaló Guterres, quien llamó “a los responsables políticos a nivel global a asumir sus responsabilidades contra el cambio climático para salvar la Antártida y salvar el planeta... es absolutamente necesario actuar de inmediato”.
Guterres y Boric visitaron la base chilena Eduardo Frei y pudieron observar glaciares y hogares de pingüinos y otras especies afectadas por el cambio climático.
La Antártida juega un rol fundamental en la regulación del clima de la Tierra porque refleja hacia fuera del planeta grandes cantidades de luz solar, y es clave en la regulación del clima con sus hielos y aguas gélidas al impulsar las principales corrientes oceánicas.
“Lo que ocurre en la Antártida no se queda en la Antártida”, señaló el secretario general de la ONU, afirmando que la contaminación por combustibles fósiles “está calentando nuestro planeta, desatando la anarquía climática en la Antártida”, y que el Océano Antártico se ha llevado la mayor parte del calor del calentamiento global.
Cuando ocurren gigantescos deshielos se incrementan los niveles del mar y se producen cambios significativos en aspectos como la salinidad y los hábitats de los animales marinos.
“Estamos viendo una aceleración que es absolutamente devastadora”, afirmó Guterres sobre la velocidad del deshielo que sufre el continente blanco, considerado un “gigante dormido”.
“La Antártida se está despertando y el mundo debe despertar también”, añadió.
La próxima semana líderes de todo el mundo, incluido el papa Francisco —primer pontífice en participar en una COP—, se reunirán en Dubai para tratar de logar acuerdos que impidan que el mundo se caliente 1,5 grados más de la temperatura pre industrial, considerado por los científicos el umbral para evitar climas extremos y devastadores para millones de personas en el mundo.
Guterres se muestra esperanzado de que la participación del Papa convenza a los líderes políticos de que “es un imperativo moral” convertir la acción climática en “una prioridad absoluta” para “movernos de la trayectoria suicida que estamos tomando hoy” como planeta, acotó.
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La reportera especializada en clima Isabella O’Malley colaboró con este informe desde Filadelfia.