Chile, en vías de rechazar nueva Constitución que pidió el 80 por ciento de la población
El proyecto de Carta Magna se votará, de forma obligatoria, el próximo 4 de septiembre
En Chile, la ciudadanía está a poco más de un mes de votar una nueva Constitución política. El borrador final del documento, redactado por 154 diputados, se entregó al presidente recién electo, Gabriel Boric, quién ha hecho un esfuerzo por hacer accesible el texto a la mayoría de la población.
"Independientemente del resultado del plebiscito, Chile ya cambió", dijo durante la entrega formal del borrador, el vicepresidente de la Convención Constitucional, Gaspar Domínguez.
El proyecto de constitución está formado por 388 artículos y 57 normas transitorias, con lo que puede convertirse en una de las constituciones de mayor extensión del mundo, de acuerdo con un reporte del diario El País.
"Votar Rechazo es lo mismo que votar por Augusto Pinochet", dicen mensajes en Twitter
Sin embargo, el 55.7 por ciento de los votantes probables votaría en contra del texto acordado por la Convención Constitucional, mientras que el 44.3 por ciento votaría a favor, según el estudio Pulso Ciudadano publicado este domingo.
En cuanto a las expectativas de quién cree que ganará el plebiscito, un 47.1 por ciento piensa que va a ganar la opción “rechazo”, esto es 5.5 puntos más con respecto a la última encuesta.
La derecha y parte de la centro izquierda votará en contra, al encontrar el nuevo texto "radical", mientras que la izquierda se inclina por darle luz verde, aunque muchos creen que no es perfecto y que necesita cambios. Es el caso de la expresidenta Michelle Bachelet, quien el miércoles pasado citó a Pablo Milanés para referirse al proyecto.
"No es perfecta, pero se acerca a lo que yo siempre soñé", indicó la actual Alta Comisionada de las ONU para los Derechos Humanos en una conferencia en Perú.
En el país ya se habla de una “tercera vía”, es decir, ni aprobar la nueva propuesta constitucional, ni quedarse con la actual que heredó la dictadura, sino convocar a un nuevo proceso constituyente, según afirmó el presidente Gabriel Boric.
"De ganar el ‘Rechazo’ (a la nueva Constitución), vamos a tener que prolongar este proceso por un año y medio más (...) Va a tener que discutirse todo de nuevo", señaló en Chilevisión.
Sin embargo, no hay un consenso en cuanto al mecanismo para conseguir una nueva Carta Magna. Hay quienes creen que lo más rápido es que el Congreso reforme la actual Carta Magna. Otros, como Boric, apuestan por elegir una nueva convención constituyente sobre las bases del proceso actual.
También se ha planteado la posibilidad de convocar otro plebiscito para decidir el tipo de órgano constituyente o incluso escoger a un "comité de expertos".
¿Por qué Chile votará una nueva Constitución?
Tras más de 40 años de un modelo económico hiper liberal, y tras una de las peores crisis sociales en el país, en 2019 hubo apoyo transversal a buscar un modelo que garantizara un estado de bienestar con derecho a la educación, la salud y pensiones más dignas, algo que la propuesta incluye.
En octubre de 2020, una mayoría aplastante de casi 80 por ciento abrió la puerta a la redacción de una nueva Carta Magna que reemplace a la vigente de 1980, que favorece la privatización de los servicios básicos, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet ,quien llegó al poder tras un golpe militar en 1973 que terminó con el asesinato del presidente electo de forma legítima, Salvador Allende.
“Es una propuesta que constituye un avance histórico en democracia y garantía de derechos sociales para nuestro país, y que además está empapada de feminismo de punta a cabo", dijo para AFP Alondra Carrillo, del Frente Amplio sobre artículos como el que proclama la democracia paritaria.
Por su parte, el artículo 16 de la Constitución propuesta para reemplazar la actual afirma que el Estado garantizará el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sin discriminación.
El ejercicio constituyente atiende el reclamo de la enorme desigualdad, de las dificultades para acceder a la educación y a la salud para la mayoría de la población y del castigo que la clase trabajadora ha sufrido durante décadas. Sin embargo, también busca insertar a Chile, cuya sociedad también es en lo profundo, conservadora, en las necesidades de la actualidad.