Cierran sitios de visita en Galápagos por sospecha de brote de gripe aviar
El Parque Nacional Galápagos cerró dos sitios de visita en dos islas en cuyas playas fueron halladas muertas aves marinas, lo que disparó el alerta de un presunto brote de gripe aviar.
En un documento suscrito por Arturo Izurieta, director del parque, se informó que se cerraron las actividades turísticas en Bahía Urbina, de la isla Isabela, y Punta Espinoza, de la isla Fernandina, donde además se ha dispuesto un cerco epidemiológico “en virtud de reportes recibidos por guardaparques asignados... y guías” del avistamiento de aves muertas.
El cierre busca evitar el contacto de los turistas con los pájaros muertos “para prevenir la afectación a la biodiversidad frágil” de esas islas, además de inspecciones, recolección de muestras, pruebas y monitoreo en las zonas afectadas.
Añadió que la restricción no rige para actividades acuáticas como buceo y canotaje en las cercanías de los lugares afectados por el posible brote. A los dos sitios cerrados sólo se llega por vía marítima.
La institución no precisó la cantidad de aves muertas ni las especies afectadas. The Associated Press llamó al parque pero no obtuvo una respuesta de inmediato. En esas islas viven 78 especies de aves.
Durante el año pasado se registraron al menos dos brotes de gripe aviar entre las diversas poblaciones de pájaros de Galápagos, en las islas Genovesa y Wolf, principalmente, donde fueron afectadas especialmente poblaciones de piqueros y albatros. Las autoridades consideran que el virus de la influenza aviar llega al archipiélago a través de especies migratorias.
Entre septiembre y noviembre del año pasado la gripe aviar causó la muerte de medio millar de aves en dos islas.
En noviembre de 2022 más de 14.000 aves —principalmente pelícanos, fragatas y piqueros— murieron frente a las costas de Perú de influenza aviar, luego de lo cual se declaró la emergencia sanitaria. Inmediatamente Ecuador detectó un foco de contagio en granjas de aves de la sierra central.
Las islas Galápagos son reconocidas a nivel mundial y atraen un importante flujo turístico nacional e internacional debido a sus especies de flora y fauna únicas en el mundo. Fueron declaradas en 1979 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Este santuario de vida silvestre se ubica en medio del océano Pacífico, a 1.000 kilómetros de las costas ecuatorianas.