El lechón al horno de Año Nuevo pasa a segundo plato por el alza de precios de diciembre en Bolivia
El plato más tradicional con el que los bolivianos suelen recibir el Año Nuevo, el lechón al horno, podría quedar fuera del menú en muchos hogares por la subida de precios de la carne en las últimas dos semanas, en medio de la crisis económica que golpea al país.
“La semana pasada compré más caro la carne de pollo y de res para la picana de Nochebuena, hoy está más cara y escasa la carne de chancho (cerdo); creo que este año ya no haré lechón”, dijo el viernes María Elena Cejas mientras caminaba apresurada por los repletos pasillos en busca de carne a menor precio en un popular mercado del centro de La Paz.
Al mando de un pelotón de funcionarios, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, realizaba a su vez una sorpresiva inspección para controlar precios en un mercado de carnes. “Hay reclamos y protestas de las amas de casa (por los precios), pero hasta los vendedores se quejan porque las ventas están bajando”, dijo Silva.
Según el funcionario, las carnes se han encarecido entre un 20% y 30% en las dos últimas dos semanas.
El temor de María Elena Cejas es que los precios no vuelvan a bajar. “Todo sube, nada baja”, dijo.
“La semana pasada la carne de pollo y de chancho tenía un precio, hoy está más caro. Nosotros no elevamos los precios, sino los mayoristas (granjas)”, afirma la vendedora Katy Gutiérrez detrás de su mostrador.
"Ya no hablamos de libre oferta y demanda; ahora hay una imposición de precios por parte de las empresas avícolas y porcinoculturas ”, según Silva.
Juanita Pinto, una vendedora en la calle de varios productos, también cambiará el menú. "Esta vez haremos en casa pollo al horno”, que tiene un precio menor. “Hay que estirar el presupuesto, señor, no queda otra”, comentó resignada.
El gobierno atribuye el alza en varios productos al contrabando. La carne, el arroz o el aceite, entre otros, salen a países vecinos donde los precios de venta son más altos, reconoció el presidente Luis Arce a principios de semana. En consecuencia, escasea el producto a nivel local y suben los precios.
Para los analistas, el malestar en los hogares por los precios de los alimentos se acentúa ante la peor crisis económica en Bolivia en 40 años. La atribuyen a la caída en la producción y exportación de gas natural por falta de inversiones, desde que el país nacionalizó el sector en 2006 con Evo Morales de presidente.
La caída de ingresos en el país hizo desparecer los dólares del mercado, que son vitales para importar materias primas y mercadería. Los productores y comerciantes atribuyen los altos precios a la falta de la divisa norteamericana.
En el sector agropecuario, además, lo ven como una consecuencia de la escasez de gasolina y diésel, que también se importa con dólares.
Entre enero y noviembre la inflación acumulada alcanzó un 8,82%, la más alta en 16 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los analistas prevén que la tasa inflacionaria llegará a los dos dígitos el cerrar al año.
Arce reconoció que la economía está funcionando con “un solo motor” ya que el otro, “el financiamiento externo”, está parado por “un boicot” de la Asamblea Legislativa, que no aprobó desde hace un año y medio más de 1.500 millones de dólares en créditos externos para reactivar la economía. “No hay recesión, hay un menor crecimiento económico y la inflación es moderada”, dijo el mandatario el pasado lunes.
La popularidad de Arce se ha visto afectada por la crisis económica pero también por el tenso clima político ante la disputa que mantiene con su mentor, el expresidente Evo Morales, por el liderazgo y control del fracturado partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) que lleva casi dos décadas en el poder.