FMI baja previsiones de crecimiento en Latinoamérica por el impacto de la crisis en Argentina
La economía de América Latina y el Caribe ha sido resiliente y está recuperándose mejor de lo que se esperaba después de la pandemia, pero por el impacto de la crítica situación en Argentina la tasa de crecimiento regional caerá del 2,5% registrado en 2023 a un 1,9% en 2024, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional.
En 2025 se prevé que el crecimiento de la región vuelva a ser de 2,5%.
Para Argentina, cuya economía creció un 5% en 2022 tras la pandemia, el FMI espera una contracción de 2,8% este año antes de que vuelva a recuperar el nivel de 5% en 2025. En 2023 la actividad de la nación sudamericana habría retrocedido un 1,1%.
Las previsiones fueron ofrecidas a The Associated Press por la economista Petya Koeva Brooks, subdirectora del Departamento de Investigación del FMI, el mismo día en que el organismo multilateral reveló sus perspectivas de la economía global en una conferencia realizada en Johannesburgo, Sudáfrica.
El crecimiento mundial está previsto que sea del 3,1% en 2024 y 3,2% en 2025, de acuerdo con el FMI. Se trata de niveles que están por debajo del promedio histórico de 3,8% registrado en la década anterior a la pandemia, debido principalmente a las elevadas tasas de interés implementadas por los bancos centrales para controlar la inflación y una baja productividad, entre otros factores.
La tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto de Latinoamérica y el Caribe para 2024 representa una revisión a la baja de 0,4 puntos porcentuales con respecto a la estimación de octubre de 2023 y refleja la contracción de la economía argentina en un contexto de políticas de ajuste implementadas por el gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei ni bien asumió el 10 de diciembre pasado.
“Hemos revisado a la baja las previsiones de este año debido al plan muy ambicioso del nuevo gobierno para estabilizar la economía”, expresó Koeva en una entrevista por video con AP. “Todas estas medidas son necesarias para resolver el problema de la estabilidad macroeconómica, pero en el corto plazo van a disminuir el crecimiento”.
El impacto de la situación argentina en los indicadores regionales se debe a que la nación sudamericana tiene una de las economías más importantes de la región, junto a Brasil y México. Eso, sin embargo, no significa que sus problemas tengan un efecto derrame en el resto, dijo Koeva.
El FMI y la administración de Milei anunciaron a inicios de enero un acuerdo para reflotar un programa de refinanciación de un multimillonario préstamo que fue otorgado en 2018 y que había sido suspendido por incumplimientos del anterior gobierno.
La inflación ascendió en diciembre a 25,5% y fue de 211,4% respecto del mismo mes de 2022 y el nivel más elevado en las últimas tres décadas en Argentina, donde más del 40,1% de su población vive en situación de pobreza.
El plan de ajuste y desregulación de Milei incluye recortes del gasto público para disminuir el déficit fiscal, miles de despidos en la administración pública y la reducción de subsidios al transporte público y el sector energético.
El gobierno ha aplicado también políticas de desregulación de los precios, aumento de impuestos y una devaluación de más de 50%, que han impactado en el poder adquisitivo de la población.
“Acogemos este ambicioso programa de estabilización", manifestó Koeva. “Lo que sería importante es tener una implementación duradera de este plan”, dijo tras aclarar que el programa incluye asimismo medidas para los sectores más vulnerables.
El FMI espera que para mediados de año la inflación mensual en Argentina sea de un dígito. A nivel anual, prevé que retroceda a un 49%.
Excluyendo a Argentina y Venezuela, el crecimiento regional habría sido de 2,9% en 2023. Para 2024 está previsto en un 2,3%, y quedaría en ese mismo nivel en 2025, según el FMI.
Además de Argentina, Brasil y México fueron los únicos otros países latinoamericanos incluidos en el reporte de las previsiones globales.
En Brasil, el PIB retrocedería del 3,1% registrado en 2023 a un 1,7% en 2024 y ascendería a 1,9% en 2025. La economía mexicana, en tanto, también retrocedería de 3,4% de 2023, a un 2,7% en 2024 y 1,5% en 2025, principalmente por el enfriamiento de la actividad en Estados Unidos, que en este año tendrá un crecimiento de 2,1% y en 2025 de 1,7%, comparado con el 2,5% de 2023.