“Hasta que la dignidad sea costumbre”: Francia Márquez la vicepresidenta afrodescendiente de Colombia
El ascenso al primer círculo de poder de una mujer afrocolombiana y de origen humilde es clave en un país en donde el 40 por ciento vive en la pobreza, hay un profundo racismo y no existe la movilidad social
Poco más del 50 por ciento de los votos en la segunda vuelta le dieron el triunfo a Gustavo Petro en Colombia y, junto con él, Francia Márquez se convierte en la primera mujer afrodescendiente en llegar a la vicepresidencia.
Tanto la prensa como los especialistas califican la histórica victoria como una oportunidad para “los nadies” que la abogada y activista representa desde hace varios años y que le dio un importante impulso a la campaña del hoy presidente electo de izquierda.
La afrocolombiana de 40 años nació en Suárez, un pueblo de la región del Cauca castigado por la violencia y la pobreza al suroeste del país, del que tuvo que salir en 2014 con sus dos hijos tras la amenazas de muerte que recibió por su activismo ambientalista y en favor de los derechos de las mujeres.
“De la resistencia al poder hasta que la dignidad sea costumbre” gritó desde la plaza central de Santander Quilichao en su regreso tras más de 7 años de autoexilio para salvar su vida.
Empleada doméstica y madre adolescente, Francia le habló a las pueblos marginados de Colombia durante la campaña, los indígenas, los negros y las comunidades rurales, para unirlos con un mismo propósito, combatir a las élites que han “condenado a nuestra gente a la miseria, al hambre, a la desolación”, según dijo en uno de los mítines.
“El racismo estructural que no nos ha permitido respirar en este país y que nos ha mantenido con la rodilla en el cuello”, dijo haciendo referencia a la muerte de George Floyd que falleció en Estados Unidos al ser víctima de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
También activista ambiental, ganadora del Goldman Environmental Prize, marca un punto de inflexión en un país en donde los expresidentes recientes tienen una educación en el extranjero y están relacionados con las familias más poderosas, y en donde la desigualdad se acentuó con la pandemia de covid-19, con un mayor rezago de las comunidades negras, indígenas y rurales.
“Si ellos hubieran hecho un buen gobierno, yo no estaría aquí”, dijo sobre la clase política.
Márquez fue la tercera candidata más votada de las primarias de todas las coaliciones que se presentaron a las elecciones en marzo pasado con casi 800,000 votos; este resultado hizo que Gustavo Petro, exguerrillero y exsenador de Colombia decidiera ir en fórmula con ella para elevar sus posibilidades de triunfo.
“Nos dijeron que la política no era para nosotras, que el lugar nuestro como mujeres negras era como empleadas domésticas. Poniéndoles lindas sus casas, criándoles a sus hijos. Para volver aquí para enterrar a los nuestros. Hay que romper esas cadenas de opresión”, dijo desde Cali en un guiño a las élites de Bogotá.