Gobierno de Milei rechaza marchas en reclamo de presupuesto para universidades públicas
El gobierno argentino atribuyó el martes a intereses políticos la movilización que estudiantes, docentes, rectores, sindicatos y organizaciones sociales realizarán en distintos puntos del país en protesta por la precaria situación de decenas de universidades públicas debido a la falta de presupuesto en el marco de las políticas de ajuste del presidente Javier Milei.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que la marcha que tendrá lugar en Buenos Aires —la principal en la jornada de protesta— es “compleja" y busca "poner en jaque al gobierno” al contar con la presencia de dirigentes del peronismo y organizaciones sociales izquierdistas contrarias a Milei, un economista ultraliberal y de extrema derecha que asumió en diciembre.
Otras ciudades como Córdoba y La Plata serán escenario de manifestaciones en las que el movimiento estudiantil se ha unido con la Confederación General del Trabajo —la principal central sindical—y fuerzas políticas opositoras en contra del recorte que el gobierno viene aplicando en la educación pública.
“Tenemos ciertas precauciones acerca de cuál es el objetivo final (de la protesta)... sabiendo que el país entero está en un momento en que debe ajustarse para salir adelante”, aseveró Bullrich.
La ministra se mostró dispuesta a aplicar el protocolo que prohíbe los cortes de la vía pública durante las protestas.
La Federación Universitaria Argentina dijo que las movilizaciones previstas no son partidarias sino que están impulsadas por la sociedad civil.
Las fachadas de las facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) lucían cubiertas por grandes pancartas en las que se leía “Cuidemos la universidad” y “Emergencia presupuestaria”. Estudiantes realizaron vigilias por la noche en sus instalaciones y escribieron carteles que rezaban “La educación no se negocia”.
En la capital, la marcha estará protagonizada por la UBA, una de las universidades de mayor prestigio de América. Cuenta con el apoyo de casas de estudio privadas como las universidades de San Andrés y Torcuato Di Tella, que mostraron su preocupación por “las evidentes campañas de descrédito de las universidades nacionales y de la investigación científica”.
En respuesta, Milei se refirió a los “salamines (tontos) escritores de cartitas de indignación” en su cuenta de X, antes Twitter.
Las autoridades de la UBA y de su hospital denunciaron días atrás que están funcionando con los valores del presupuesto de 2023 que se les asignó en septiembre de 2022 en un contexto de inflación anual de casi 288%, según cifras de marzo. Ello ha reducido la capacidad de funcionamiento hasta un 40% en ese hospital escuela y también afecta a otros centros médicos dependientes de la casa de estudios.
El gobierno acusa a la UBA y otras universidades públicas de adoctrinamiento y falta de transparencia en el uso de sus fondos.
“Este gobierno defiende la educación pública a la vez que reitera el derecho del pueblo argentino de conocer el destino y ejecución de toda partida asignada”, afirmó el Ministerio de Capital Humano el lunes por la noche en un comunicado.
La cartera dijo además que las universidades públicas recibieron la víspera 21.888 millones de pesos (unos 24,5 millones de dólares) del Estado Nacional para su funcionamiento.
Al respecto señaló que se realizó "el depósito del 100% de los gastos de funcionamiento" de las universidades nacionales, con un aumento del 70%.
Por otro lado la cartera afirmó que se ejecutó la totalidad de los gastos para salud de las Universidades de Buenos Aires, Córdoba, Cuyo y La Rioja, “además del refuerzo especial y extraordinario para el Hospital de Clínicas y demás hospitales universitarios de la UBA”, lo que implicó un desembolso de más de 11.000 millones de pesos (más de 12 millones de dólares).
Los referentes del movimiento universitario indican que aún con esa mejora el presupuesto corre por detrás del índice inflacionario.