Guatemala: Un lento conteo de votos avanza sin ganador claro y apunta a una segunda vuelta
El lento avance en el conteo de votos en Guatemala mantiene la incertidumbre sobre los candidatos con más apoyos, aunque sí parece confirmar la celebración de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales
El lento avance en el conteo de votos en Guatemala mantenía el domingo por la noche la incertidumbre sobre los candidatos con más apoyos, aunque sí parecía confirmar la celebración de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales para elegir al sucesor del actual mandatario, Alejandro Giammattei.
Por el momento lideraban los conteos la ex primera dama de centroderecha Sandra Torres, con cerca del 15,2% de votos, y Bernardo Arévalo, del partido Movimiento Semilla, que dio la sorpresa y marchaba en segundo lugar con un 12,18%, según indicó en conferencia de prensa el Tribunal Supremo Electoral con 1,8 millones de votos escrutados, que suponían el 25% de las actas registradas.
Horas antes Arévalo había agradecido los votos y dijo que se sentía optimista.
La magistrada presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Irma Palencia, anunció al cierre de urnas que habría un primer corte sobre tendencia de resultados hacia las 22:00, pero esa convocatoria fue después pospuesta para las 23:00, cuando el número de actas procesadas era de poco más de 18.300 frente a las 122.293 previstas.
El candidato del Movimiento Semilla dijo en Twitter que “estos resultados reflejan el apoyo que vivimos durante la campaña”, en declaraciones cuando aún había un porcentaje bajo de votos contados. “En cada kilómetro que recorrimos. Es muy pronto, pero vemos el panorama con optimismo”, señaló Arévalo.
Los guatemaltecos estaban convocados a votar por presidente y vicepresidente para los próximos cuatro años, aunque se preveía un nivel de abstencionismo en torno al 50% en una de las convocatorias electorales más accidentadas de la historia reciente del país centroamericano. Quedaron excluidos varios aspirantes opositores y hubo señalamientos de proteger candidaturas que auguran la continuidad del sistema.
En caso de que ninguno de los 22 aspirantes a presidente alcance el 50% de los votos contados, habrá una segunda vuelta electoral el próximo 20 de agosto. Poco más de nueve millones de votantes, la mayoría mujeres, estaban llamados a las urnas para elegir también a 160 diputados al Congreso, 340 alcaldes municipales y 20 diputados al Parlamento centroamericano.
La jornada de votaciones tampoco estuvo exenta de incidentes y la Fiscalía informó a media tarde del domingo que se reportaban al menos 96 denuncias y 15 detenidos. En San José del Golfo, las elecciones fueron suspendidas y se celebrarían el 20 de agosto, en caso de haber segunda vuelta, debido a hechos de violencia. En el lugar, vecinos denunciaron acarreo de personas para votar, lo que generó forcejeos entre ciudadanos y la policía, con detenidos.
Al final de la tarde, cuando los centros de votación cerraban, la policía informó de tres ataques con bombas incendiarias en tres zonas distintas de la capital. Los primeros reportes dieron cuenta de un artefacto lanzado a un vehículo que se incendió a las afueras de un centro de votación en zona 13.
Los otros dos artefactos habrían explotado a las afueras de otros centros en zonas 10 y 16.
De los 340 municipios en 22 departamentos del país, unos 62 municipios estaban calificados como de mayor riesgo ante posibles incidentes.
Además de los incidentes durante la votación en San José del Golfo, hubo un enfrentamiento entre votantes en el municipio de San Martín Zapotitlán, en el departamento de Rethauleu, al sur del país. Denunciaron que personas que no eran de la zona llegaron a votar allí. En imágenes divulgadas por el medio local NotiReu se observan forcejeos, lanzamiento de gas lacrimógeno y la quema de papeletas. También se reportaron varias personas detenidas.
En cuanto al voto extranjero, Palencia informó al momento del cierre de urnas que poco más de 1.200 migrantes habían acudido a votar en las 15 ciudades de dos estados en Estados Unidos en las que había más de 90.000 guatemaltecos aptos para votar. No obstante, aún estaba pendiente el conteo en cuatro de esas ciudades de los estados de California y Nueva York.
Al cierre de las votaciones, el ciudadano Alejandro Cameros, maestro de 30 años, dijo que votó para que la misma gente no vuelva a estar en los cargos. “Que no queden de los mismos, sino que haya un cambio para Guatemala”, declaró. “Yo tengo fe de que va a cambiar, pero si hay que cambiar, tiene que ser desde de uno mismo para que el gobierno también haga lo suyo.”
Aroldo Tronconi fue uno de los primeros en llegar al Centro de Votación, que abrió a las 7:00 de la mañana, en un instituto de la zona 21 de la capital guatemalteca, una de las zonas urbanas más pobladas. El hombre, de 64 años y aquejado por parálisis debido a un disparo en la espalda motivo de la inseguridad, dijo que llegó temprano a emitir su voto “para que sus hijos no hereden un país sin oportunidades”.
El hombre, un jubilado del seguro social, explicó que ninguno de los candidatos propuestos llena sus expectativas, pero que aún así él cumple con su deber ciudadano.
Giammattei, que no puede aspirar a la reelección, hizo el viernes un pronunciamiento en un esfuerzo por validar el proceso electoral y apaciguar los señalamientos, diciendo que las elecciones son “una muestra más de que vivimos en una democracia sólida y que se consolida con elecciones periódicas, libres y participativas”.
“Como primer servidor público de la nación, les aseguro que mi gobierno ha brindado todas las garantías para que la jornada electoral se lleve a cabo en un clima de paz, transparencia y seguridad”, reafirmó el mandatario.
La organización Mirador Electoral que vigila el proceso dijo que, según sus monitoreos, los principales problemas que se han suscitado tienen que ver con denuncias de acarreo de votantes mayormente a nivel municipal, la compra de votos e intimidación a periodistas y medios de comunicación.
“El aumento de estos casos se confirma con la ausencia de controles y sanciones”, debido a la falta de control del TSE sobre este tipo de prácticas, recalcó Mirador.
El Tribunal Supremo Electoral, así como las cortes de justicia, que entran a dilucidar conflictos electorales cuando lo requieren las partes, favorecieron a dos candidatas punteras: Torres, que se presentó acompañada de Romeo Guerra, un pastor evangélico, lo cual prohíbe la Constitución; y Zury Ríos, hija del exdictador Efraín Ríos Montt, pese a que la Carta Magna también prohíbe ocupar la presidencia a quién haya encabezado un golpe de estado (como lo hizo Ríos Montt en 1982) y a sus familiares.
En los comicios participaban casi 40.000 candidatos que pujaban por puestos en los 22 departamentos de Guatemala, un país que no será fácil de gobernar y que es agobiado por la corrupción, narcotráfico, migración, inseguridad y donde la situación se ha agravado los últimos años debido a un deterioro de la democracia y el estado de derecho, según los expertos.