Haití batalla para imponer fuertes medidas de seguridad previo a toma de posesión de consejo
Vehículos blindados pasan lentamente frente al Palacio Nacional de Haití mientras la policía observa el horizonte en busca de pandillas. Todos los días, las balas pasan por la zona, alcanzando edificios y personas por igual.
Las pandillas controlan la mayor parte del territorio que rodea el palacio, pero un consejo de transición encargado con seleccionar a un nuevo primer ministro y gabinete para Haití está exigiendo que sus miembros presten juramento en el palacio.
La ceremonia está programada para el miércoles, aun cuando los funcionarios batallan para imponer fuertes medidas de seguridad, de acuerdo con dos funcionarios regionales de alto rango con conocimiento de la situación que pidieron hablar bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados para hablar con la prensa.
Algunos consideran que celebrar la ceremonia en el palacio es una demostración de fuerza para insinuar que el gobierno haitiano sigue a cargo pese a las pandillas que han atacado el palacio en ocasiones anteriores y han prometido frustrar la ceremonia mientras persisten los tiroteos diarios en el centro de Puerto Príncipe.
“Nadie está a salvo acá afuera”, dijo Josil Djaimeska, de 33 años, mientras movía la mano en referencia al enorme parque público conocido como Champ de Mars, donde estaba sentado el martes por la mañana cerca del palacio.
A unos cuantos pasos de donde estaba sentado, una bala perdida alcanzó a Djaimeska la semana pasada. La bala sigue en su pantorrilla, y espera que un médico lo opere pronto.
Poco después de que habló, se escuchó una breve ráfaga de disparos cerca de allí.
Más de 2.500 personas han muerto o han resultado heridas en Haití de enero a marzo de este año, un aumento de más del 50% respecto al mismo periodo de 2023, de acuerdo con un reporte reciente de la ONU. Gran parte de la violencia está concentrada en Puerto Príncipe.
En un discurso el lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU, María Isabel Salvador, enviada especial de la ONU para Haití, dijo que las prioridades del consejo deben incluir un plan para la seguridad a corto plazo.
“Los líderes de las pandillas y otros saboteadores han manifestado su intención de perturbar violentamente el actual proceso político”, señaló. “No puedo insistir lo suficiente en la necesidad de ayudar a Haití con sus esfuerzos para restablecer la seguridad”.
Si bien las pandillas llevan mucho tiempo operando en Haití, actualmente controlan el 80% de Puerto Príncipe, y los ataques coordinados lanzados desde el 29 de febrero han paralizado la capital y sus alrededores. Han quemado estaciones de policía y hospitales, disparado contra el principal aeropuerto internacional, que permanece cerrado desde principios de marzo, y han irrumpido en las dos mayores prisiones de Haití, liberando a más de 4.000 reclusos.