La Casa Blanca dice que no se compartió información secreta en Signal

Aamer Madhani,Stephen Groves,David Klepper
Miércoles, 26 de marzo de 2025 19:17 EDT
EEUU-PLANES DE GUERRA
EEUU-PLANES DE GUERRA (AP)

El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump pasó apuros el miércoles para contener las repercusiones de las revelaciones de que altos funcionarios de seguridad nacional hablaron sobre delicados planes de ataque en una aplicación de mensajería y por error añadieron a un periodista en el chat.

La Casa Blanca indicó que la información compartida a través de la aplicación Signal —disponible públicamente— con Jeffrey Goldberg, editor en jefe de la revista The Atlantic, no era secreta, afirmación que según los demócratas es inverosímil, dado que detallaba planes para un próximo ataque a los hutíes de Yemen.

A fin de cuentas, la decisión para determinar si la información es secreta recae en el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien en el chat enumeró sistemas de armas y un cronograma para el ataque. “Este es el momento en que las primeras bombas definitivamente caerán”, escribió. Los hutíes han causado estragos en las cruciales rutas de navegación del mar Rojo desde noviembre de 2023 mientras Israel y Hamás se enfrentaban.

El senador Mark Warner, el principal demócrata de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo que la posición que el gobierno de Trump está adoptando se puede describir con una palabra: "disparates".

"Cuando describes tiempo, lugar, tipo de armamento utilizado: ¿Creen que el público estadounidense es estúpido?", expresó Warner en declaraciones a periodistas.

No hay señales de que la controversia se desvanezca pronto para Trump, quien ha dicho que apoya a su equipo de seguridad nacional y ha atacado la credibilidad del reportero. Al mismo tiempo, ha especificado claramente su preferencia de que su equipo hable sobre tales operaciones en persona y en entornos más seguros, aunque aún no está claro si se implementarán cambios a consecuencia de lo ocurrido.

El senador Roger Wicker, el republicano que preside la Comisión de Servicios Armados del Senado, indicó que él y el senador Jack Reed, el principal demócrata de la comisión, enviarán una carta al gobierno de Trump para solicitar una investigación acelerada por parte del inspector general sobre el uso de Signal.

Además están pidiendo una sesión informativa secreta con un alto funcionario gubernamental "que realmente tenga los hechos y pueda hablar en nombre del gobierno".

"La información, tal como se publicó recientemente, me parece de una naturaleza tan delicada que, con base en mis conocimientos, yo habría querido que fuera secreta", declaró Wicker.

Pero los funcionarios de la Casa Blanca continúan insistiendo en que no se habló sobre material secreto en el chat de Signal del 13 al 15 de marzo, y han lanzado ataques mordaces contra Goldberg. The Atlantic publicó el miércoles el contenido completo del intercambio de mensajes de texto.

Hegseth, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, y otros funcionarios del gobierno insistieron el miércoles de manera uniforme en que no se habían enviado "planes de guerra" por Signal, una afirmación que funcionarios y exfuncionarios del gobierno federal han calificado de "intentar hacerlo ver irrelevante".

Los planes de guerra tienen un significado específico. A menudo se refieren a los documentos de planificación numerados y altamente secretos —a veces de miles de páginas— que proporcionarían la información para las decisiones de Washington en caso de un conflicto importante, como, por ejemplo, que Estados Unidos fuera convocado a defender Taiwán.

Pero la información que Hegseth publicó —detalles específicos del ataque, en los que se seleccionaban blancos humanos y de almacenamiento de armas— era un subconjunto de esos planes y probablemente se fundamentó en la misma información secreta de inteligencia.

En una publicación en X, Hegseth dijo que estas fueron las características de la cadena de mensajes: "Sin nombres. Sin blancos. Sin ubicaciones. Sin unidades. Sin rutas. Sin fuentes. Sin métodos. Y sin información secreta". No abordó directamente las preocupaciones de los demócratas sobre los detalles de tiempo y armamento incluidos en el chat.

"Esto sólo prueba una cosa: Jeff Goldberg nunca ha visto un plan de guerra ni un 'plan de ataque' (como él lo llama ahora). Ni de cerca", añadió Hegseth, quien está viajando a la región Indo-Pacífico esta semana.

Waltz, quien ha reconocido que armó el chat en Signal y ha asumido "toda la responsabilidad" por el episodio, amplió la afirmación de Hegseth.

"Sin ubicaciones. Sin fuentes ni métodos. Sin planes de guerra", publicó Waltz en X. "Los socios extranjeros ya habían sido notificados de que los ataques eran inminentes. Conclusión: El presidente Trump está protegiendo a Estados Unidos y nuestros intereses".

Varios demócratas de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes pidieron el miércoles que Hegseth renuncie.

"Esta es información secreta. Es un sistema de armas, así como una secuencia de ataques, y también detalles de las operaciones", declaró el representante demócrata Raja Krishnamoorthi, miembro de la comisión. "Necesita renunciar de inmediato".

El representante Jim Himes —el principal demócrata en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes—, en un intercambio el miércoles con la directora de inteligencia nacional Tulsi Gabbard durante la audiencia del panel sobre amenazas globales, señaló que los criterios de su oficina sobre información secreta dejan claro que incluye "información que proporciona indicación o advertencia anticipada de que Estados Unidos o sus aliados están preparando un ataque".

Pero Gabbard indicó que la decisión sobre si el chat de Signal debería considerarse secreto recae en Hegseth. Al preguntarle Himes si creía que la guía del Pentágono sobre lo que se considera secreto era materialmente distinta a la de su oficina, se mostró dubitativa.

"No he revisado la guía del DOD, así que no puedo comentar", respondió Gabbard, refiriéndose al Departamento de Defensa.

La postura del gobierno de Trump sobre el chat de Signal también representa una actitud notablemente distinta para un gobierno de Estados Unidos que rutinariamente suele considerar secreto gran cantidad de material mucho más mundano, incluidos millones de documentos relacionados con operaciones y actividades militares e inteligencia.

Los defensores de la apertura de información gubernamental se han quejado desde hace tiempo que el impulso por guardar cosas en secreto va demasiado lejos, al proteger información que podría arrojar luz sobre actividades del gobierno o que podría parecer de poco valor para los rivales de Estados Unidos, incluido material sobre avistamientos de ovnis y asesinatos presidenciales de hace 60 años.

El secretario de Estado Marco Rubio reconoció que tener a un periodista en un chat grupal de Signal con los funcionarios más importantes de Trump fue un "gran error". Pero indicó que le han asegurado que la información compartida no amenazó la operación ni las vidas de los militares.

Durante su rueda de prensa en la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karoline Leavitt indicó que el chat era "una discusión sobre política, seguramente una discusión sobre política delicada, entre altos funcionarios del gabinete y personal superior".

Acribillada con preguntas sobre cómo el gobierno puede llegar a la conclusión de que no se compartió información secreta —considerando que en el chat se habló de tiempos de lanzamiento y sistemas de armas—, Leavitt dijo que al público le toca decidir en quién confía.

"¿Confían en el secretario de Defensa —quien fue nominado para este papel, al que el Senado confirmó para este papel, quien ha servido en combate, ha servido honorablemente a nuestra nación en uniforme—, o confían en Jeffrey Goldberg?", preguntó.

Leavitt es una de tres funcionarios del gobierno de Trump que enfrentan una demanda de The Associated Press por motivos de la Primera y Quinta Enmiendas constitucionales. La AP dice que los tres están castigando a la agencia de noticias por decisiones editoriales que desaprueban. La Casa Blanca dice que la AP no está acatando una orden ejecutiva para llamar Golfo de Estados Unidos al Golfo de México.

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El corresponsal de la AP Matthew Lee contribuyó a este despacho desde Kingston, Jamaica.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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