Lima, epicentro de protestas en contra del gobierno de Perú
Las protestas que buscan la renuncia de la presidenta peruana Dina Boluarte y del Parlamento comienzan a apuntar hacia la desértica capital el día de su aniversario 488 con la llegada de vehículos de varias regiones de los Andes
Las protestas que buscan la renuncia de la presidenta peruana Dina Boluarte y del Parlamento comenzaron apuntar el miércoles hacia la desértica capital el día de su aniversario 488 con la llegada de vehículos de varias regiones de los Andes. Las jornadas de manifestaciones han dejado 50 muertos en más de un mes.
Cientos de manifestantes se alojaron dentro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, y anunciaron que el jueves participarán de la marcha de los "Cuatro Suyos", en referencia a las cuatro regiones que conformaban el imperio Inca hasta el siglo XVI y a otra movilización con el mismo nombre ocurrida en el 2000 cuando miles de peruanos desgastaron mediante protestas al gobierno del entonces mandatario Alberto Fujimori (1990-2000), quien renunció meses después.
“Cada día se están uniendo más y la fuerza nace de todas las provincias para sacar a una delincuente que viene atentando contra la vida de nuestros hermanos”, dijo a un camarógrafo de la AP un manifestante que llegó de los Andes, pero que prefirió no brindar su nombre por temor.
Desde los exteriores de la universidad, se observó a los manifestantes cocinando ollas comunitarias y colocando pequeños colchones sobre pisos de concreto para descansar. Habían llegado sobre todo del sur, donde se han producido las tres más importantes focos letales que han dejado en más de un mes 720 heridos y 50 muertos: 41 civiles y un policía fallecidos en enfrentamientos, sumados a otras ocho víctimas por accidentes de tránsito o hechos vinculados con el bloqueo de vías, según la Defensoría del Pueblo.
Otros manifestantes llegados de diversas regiones de Perú descansaban cerca de la plaza San Martín, una tradicional zona en el centro histórico donde por décadas se han producido las manifestaciones, pero que ahora ha sido tomada por la policía que no permite las concentraciones en su interior.
“Lima, que no se había unido para nada a las protestas de la primera fase en diciembre, luego de la masacre de Juliaca ha decidido unirse”, dijo a The Associated Press Omar Coronel, catedrático de Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Católica de Perú. Se refería a lo ocurrido en Juliaca, en la región sureña de Puno, donde el 9 de enero los agentes chocaron contra manifestantes que buscaban ingresar al aeropuerto dejando 18 fallecidos, junto un policía muerto, cuyo cadáver fue quemado dentro de un patrullero.
Coronel indicó que desde hace casi una semana ha habido marchas diarias. Se ve “no solamente en el centro de Lima, sino en el centro financiero, en el centro de las zonas más acaudaladas de la ciudad, como Miraflores, a miles de jóvenes marchando”. Precisó que no es una manifestación masiva pero que “ya tenemos algunos miles de jóvenes marchando diario por esas zonas donde generalmente no hay protestas”.
La policía comunicó el miércoles que había intervenido diversos buses de pasajeros en la entrada sur de la capital. Los agentes detuvieron uno de ellos que llegaba de la región Apurímac y que tenía frases en contra de la mandataria Dina Boluarte.
Mientras los manifestantes siguen llegando a Lima, los bloqueos en las vías claves del país continúan, entre ellas, ocho regiones donde hay 94 puntos interrumpidos que afectan a 16 carreteras nacionales, según las autoridades.
Las protestas en Perú empezaron cuando Boluarte, entonces vicepresidenta, asumió el poder el 7 de diciembre para reemplazar a Pedro Castillo, el primer presidente de origen rural, quien fue destituido por el Congreso luego de que intentó sin éxito cerrar el Parlamento.
Castillo fue detenido ese mismo día y se encuentra en una cárcel para presidentes en Lima. Según la Fiscalía el día de su captura se dirigía a la embajada de México para buscar asilo político.