"Lo extrañamos un montón". Argentina reza por la delicada salud del papa Francisco

Natacha Pisarenko,Ramiro Barreiro
Domingo, 23 de febrero de 2025 13:22 EST

Católicos argentinos acudían a las iglesias para elevar plegarias por la recuperación del papa Francisco, internado en condición crítica por una grave infección pulmonar en un hospital de Roma. El obelisco de Buenos Aires proyectaba la frase: “Francisco, la ciudad reza por vos”.

Fieles de todo el mundo, sobre todo en Argentina —donde Francisco nació, ejerció como obispo, aunque no llegó a regresar después de su elección como el primer Papa latinoamericano de la historia en 2013, están rezando y enviando mensajes por su pronta mejoría.

En su más reciente reporte sobre el estado de salud de Francisco, el Vaticano informó el domingo que el Papa estaba consciente, pero aún recibía “altos flujos” de oxígeno suplementario tras pasar por una crisis respiratoria y transfusiones de sangre. El Santo Padre, de 88 años, seguía en estado crítico en el hospital adonde fue internado el 14 de febrero.

Francisco está recibiendo los mensajes de ánimo y las plegarias de la gente, indicó la cuenta de la red social X del pontífice.

“He recibido recientemente muchos mensajes de afecto y me han llamado especialmente la atención las cartas y los dibujos de los niños. ¡Gracias por vuestra cercanía y por las oraciones consoladoras que he recibido de todo el mundo!”, dice un mensaje publicado temprano el domingo.

En la capital argentina, sacerdotes y católicos que conocieron a Francisco o tuvieron algún contacto con él destacaban que fue Francisco el que puso a la Iglesia católica a la orden de los más desposeídos. Algunos fieles también se sentían decepcionados porque el papa argentino no llegó a visitar su país natal desde su elección.

“Yo creo que el papa Francisco es el papa que hizo que la Iglesia volviera al evangelio, y que es lo que él añoró desde el primer día, el deseo de la Iglesia pobre para los pobres, de la cual él viene, porque él viene de la iglesia latinoamericana y las experiencias de cercanía con los pobres", destacó a The Associated Press el sacerdote Lorenzo de Vedia, conocido como el padre “Toto”, de una parroquia en Buenos Aires.

“Tuvo la gran habilidad para hacer trascender ese sueño de Jesús, de que la Iglesia es pobre y para los pobres”, remarcó el padre “Toto” durante una misa vespertina el sábado, que por momentos quedó a oscuras debido a un corte eléctrico en la ciudad.

Las misas por la salud de Francisco se repiten en todo el país sudamericano el domingo. Para el lunes se espera una misa multitudinaria en la Plaza Constitución, otro de los sitios en los que el Papa, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, se mezclaba en las calles con la gente humilde y los llamados desplazados por las reiteradas crisis económicas que han golpeado a la Argentina.

Los actos de apoyo al sumo pontífice incluyeron la proyección el sábado de su rostro en el obelisco porteño, al igual que en el Cristo Redentor de Río de Janeiro, entre otros sitios.

También algunos mandatarios de la región, como el presidente colombiano Gustavo Petro, enviaron mensajes a Francisco, “un amigo de verdad, de los que luchan toda la vida”. El Papa visitó Colombia en septiembre de 2017 para promer la paz y la reconciliación en la nación sudameriana.

“Me ha permitido hablar con él, varias veces, en momentos difíciles. Para mí, es un compañero de lucha, de viaje, de historia y de continente. Es un jefe de la humanidad y mío en este momento donde la vida está en peligro y, puede extinguirse en todo el planeta, por la codicia”, escribió Petro en la red social X.

Francisca Campos, de 68 años y quien reside desde hace 50 en Buenos Aires, se acercó el sábado a la catedral de la ciudad para orar por el Papa, del que dice era “un amigo más” en las misas que impartía como obispo.

“Era como que le hablaba al pueblo de una manera que todos lo querían y lo entendían, pero siento que se olvidó de nuestro país un poco”, afirmó Campos a la AP. "Entiendo que él es el Papa del mundo. Nuestro Bergoglio ya no es nuestro, ya ahora es Francisco del mundo”.

Lucía Vidal, enfermera jubilada de 67 años, lo describe como “un peregrino más de Buenos Aires, un sacerdote humilde, entregado” que “andaba en las villas, estaba en los hospitales o visitaba la cárcel”.

La mujer, que dijo que alguna vez llegó a confesarse con Francisco cuando era obispo, le pide a Dios “un hilo más” de vida para el Pontífice, aunque considera que debido a su delicada situación de salud no le permitiría visitar Argentina en caso de sobrevivir.

“A mí me duele que todos los presidentes saludaron al Papa, que está enfermo y el nuestro (por Javier Milei), bien gracias, se fue a verlo al otro loco como él (por Donald Trump) y todavía no saludó a nuestro papa”, se quejó.

Hasta su nombramiento al frente del Vaticano, el obispo Bergoglio concurría todos los 8 de diciembre a la villa 21-24, en el barrio de Barracas, y ofrecía una misa en honor a la virgen de Caacupé, santa patrona del Paraguay, a la que asistía una multitud, recordó Rita Fernández, de 70 años, quien es colaboradora en el comedor de la capilla y dice que llegó a cocinar para Bergoglio y tomar mate juntos muchas veces en ese mismo lugar en el que hoy piden por su salud.

“Venía todos los 8 de diciembre a hacer la misa y después era muy común verlo bajar del colectivo y venir caminando por la calle Luna, con su portafolio. Lo extrañamos un montón y ojalá Dios quiera que se ponga bien y que pueda venir a visitarnos sano”, señaló.

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Barreiro reportó desde Montevideo.

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