Lentitud de autoridades da oportunidad a agresores de “lavar” escena de ejecución y levantar los cuerpos
Tan solo tres policías de guardia y autoridades estatales que se enteran de la situación por redes sociales y tardan más de tres horas en llegar al lugar, lo que se sabe de la agresión en Marcos Castellanos, Michoacán
Michoacán y los estados con los que colinda, como Jalisco, viven una de las peores olas de violencia de los últimos años y presentan escenas de horror prácticamente todos los días. Esto fue lo que sucedió el domingo en un funeral en el municipio de Marcos Castellanos, en la localidad de San José de Gracia, cuando se difundió un vídeo en el que se mostraba a un comando armado apuntando a un grupo de alrededor de 10 personas, que se encontraban alineados contra la pared, en plena luz del día frente a toda la gente que vive en esa misma calle. La persona que graba busca refugio cuando se escuchan los disparos.
Aunque las imágenes presumen que las personas que se encontraban alineadas contra la pared fueron fusiladas, el gobierno afirma que no se puede determinar pues no encontraron cuerpos en la escena. Sin embargo, la última información indica que las autoridades tardaron tanto en llegar que el comando armado pudo “lavar” la sangre de la calle y recoger los cuerpos que se llevaron en diferentes vehículos.
Según el gobierno de Michoacán, el velorio correspondía a la madre de Alejandro G., alias “el Pelón”, líder de una célula local del CJNG (Cártel de Jalisco Nueva Generación), quien llegó al funeral protegido por 15 sicarios, pues había amenazas en su contra por parte de miembros de su propio grupo.
Poco después llegó Abel N., alias “el Viejón” o “el Toro”, también jefe de plaza del mismo cartel y con quien “el Pelón” tenía un conflicto constante, pues se acusaban mutuamente de amenazas y homicidios de familiares.
"Llegan varias camionetas con sicarios y someten a los acompañantes de Alejandro, los desarman y los colocan como aparece en algunos videos afuera de una casa en un portón", confirmó este martes el subsecretario de Seguridad mexicano, Ricardo Mejía Berdeja.
Las autoridades ya señalan a Abel N. como probable responsable del ataque y admiten que, posterior a la agresión, el lugar fue limpiado por los atacantes.
"No podemos confirmar ningún número [de víctimas] porque no hay cuerpos”, insistió Mejía. “Las evidencias hacen presumir que, de entrada, hay un cuerpo [visible en el video] que todo el mundo atribuye al Pelón, y presumiblemente alguno de los acompañantes de Alejandro N. habrían sido privados de la vida", declaró.
A decir del encargado de seguridad, se descarta el término de “fusilamiento”, pues los impactos de bala que se registran en la pared no apuntan a una “acción sincronizada para cometer este ilícito”.
El fiscal general de Michoacán, Adrián López Solís, reconoció que su personal tardó más de tres horas en llegar al lugar desde que el suceso se registró, a las 15:30 hora local del domingo; y que por ello, en la escena del crimen ya no había cadáveres e incluso dijo que el suelo "estaba recién lavado" por camionetas que llegaron tras el suceso con aparatos de limpieza para borrar evidencia.
Justificó la tardanza de su personal en que se enteraron de los hechos hasta que vieron en redes sociales el vídeo por el que el resto del país conoció la tragedia.
"Antes de esa hora, no se recibió reporte alguno sobre los acontecimientos", aseguró.
El Ayuntamiento local tenía solo tres policías de guardia en ese momento, por lo que no contaban con “suficiente estado de fuerza para acudir”. Esto fue confirmado por el alcalde de Marcos Castellanos, Jorge Luis Anguiano, quien afirmó que sus agentes se replegaron al ver que no tenían capacidad de responder ante la situación, pero aseguró que sí reportó lo ocurrido a la central de la policía estatal, aunque los refuerzos no llegaron hasta horas después.