Ola de violencia en capital de Haití rebasó a policías; mueren 4 agentes
La policía haitiana se vio rebasada por una serie de violentos ataques coordinados, realizados por pandilleros en toda la capital, en los que cuatro agentes fueron asesinados, indicó el viernes un vocero de la policía nacional.
Los ataques ocurridos el jueves en Puerto Príncipe fueron perpetrados por hombres armados que abrieron fuego contra varios objetivos, entre los que estaba el aeropuerto internacional de Haití, y tomaron el control de dos estaciones de policía, provocando que la gente huyera de decenas de comunidades, mientras las escuelas y negocios cerraban.
“La situación de ayer fue horrible”, dijo el vocero Garry Desrosiers en entrevista con Radio Caraibes. “El centro de la ciudad estaba en guerra”.
Jimmy Chérizier, expolicía de élite conocido como Barbecue y que ahora dirige una federación de pandillas conocida como G9 y Familia y Aliados, se atribuyó los ataques.
Dijo que el objetivo era capturar al jefe de la policía haitiana y a los ministros del gobierno y evitar el regreso del primer ministro Ariel Henry, que estaba en Kenia para pedir el despliegue, respaldado por la ONU, de policías de la nación de África oriental para combatir a las pandillas de Haití.
Ni el jefe de la policía ni los ministros gubernamentales fueron heridos o capturados en los ataques del jueves.
Casi al mediodía del viernes, la mayor parte de Puerto Príncipe permanecía en paz y la población reanudaba tímidamente su rutina. El principal aeropuerto internacional volvió a abrir, aunque el área del centro de la ciudad estaba casi desierta, ya que la mayoría de las escuelas y negocios permanecían cerrados.
Un sindicato de policías anunció que realizará una protesta la tarde del viernes tras el asesinato de cuatro policías —dos mujeres y dos hombres— en una estación cerca de la comunidad de Canaan.
La Policía Nacional de Haití tiene cerca de 9.000 oficiales activos a la vez para un país de más de 11 millones de habitantes, de acuerdo con la ONU. Con frecuencia, los agentes se ven superados en número y armas por poderosas pandillas que, según cálculos, controlan hasta 80% de Puerto Príncipe.
“La policía necesita más equipo para enfrentar la situación”, subrayó Desrosiers.