Oposición keniana dice que misión a Haití requiere aprobación parlamentaria
Legisladores kenianos dijeron el miércoles que el envío de personal policial a la misión de paz a Haití dirigida por Kenia requiere la aprobación del parlamento. La misión para combatir la violencia pandillera fue aprobada esta semana por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El legislador opositor Anthony Oluoch dijo en una sesión de la cámara baja que el envío de los efectivos no cumplía las disposiciones de la ley nacional de policía.
También dijo que la seguridad del país “debería tener precedencia sobre cualquier compromiso internacional”, en alusión a los ataques del grupo extremista al-Shahab, una filial de Al Qaeda asentada en el oriente de África.
Otro legislador, Junet Mohammed, dijo que el Parlamento debe aprobar el asunto “antes de que cualquier agente de policía abandone el país” en lo que llamó una “misión peligrosa” dada la falta de experiencia de la policía en el combate al crimen local.
El Consejo de Seguridad aprobó la misión de paz a Haití el lunes y el presidente keniano William Ruto prometió “no defraudar al pueblo de Haití”.
El presidente estadounidense agradeció el miércoles a Ruto por “responder al pedido de Haití de servir como nación comandante de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS)”, según la transcripción de la llamada.
La constitución keniana declara que el envío de una fuerza nacional requiere aprobación parlamentaria, y misiones militares anteriores han cumplido con ese requisito. Pero no está claro si los agentes de policía constituyen una fuerza nacional.
El presidente del comité de defensa de la asamblea nacional, Nelson Koech, dijo a la Associated Press en entrevista telefónica que el asunto probablemente será remitido a una comisión conjunta que incluye a la seguridad nacional antes de someterlo a la aprobación del parlamento.
Dijo que la policía keniana es competente y puede manejar la misión, ya que “la situación en Haití no es de guerra, sino de violencia pandillera”.
Koech dijo que la seguridad interna del país no debería impedirle contribuir a misiones globales de paz y que era “moralmente correcto” ayudar a restaurar la paz en Haití.