Petrolera estatal boliviana informa de cierre de válvulas de un pozo de prueba tras protestas
La petrolera estatal de Bolivia confirmó el miércoles que cerró las válvulas de un pozo en el que realizaban pruebas, lo que puede perjudicar la producción de hidrocarburos, tras una protesta con cortes de rutas por una carretera.
Pobladores de la región de Yapacaní mantenían cortada por sexto día la ruta que los vincula con la rica Santa Cruz en demanda de la construcción de otra carretera que los conecte con la capital de esa última región. Los manifestantes estaban cerca del pozo y amenazaron con cerrar otras válvulas si no atienden su pedido.
Los pobladores cerca del pozo Yarará-X2 “obligaron a personal técnico” a cerrarlo y "esto afecta directamente a la prueba de evaluación del reservorio del pozo Yarará-X2”, informó a The Associated Press, Roberto Antelo, de la Gerencia de Exploración y Explotación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El pozo está ubicado en Yapacaní, a unos 400 kilómetros al este de La Paz, y entró en producción en 2023. Produce cerca de 420 barriles de petróleo diario.
"El cierre del pozo Yarará-X2 tiene un impacto importante en la reducción de producción de hidrocarburos líquidos que contribuye a la reducción de importación de combustibles”, agregó Antelo.
Poco antes, la petrolera informó en un comunicado en el que sostuvo que el cierre de las válvulas provocaría una pérdida diaria de casi 44.000 dólares. A su vez pidió un diálogo con los manifestantes, pero advirtió que se “aplicarán acciones penales en caso de que ingresen a los predios y dañen la infraestructura”.
La noche del martes el presidente Luis Arce dio una conferencia de prensa en la que mencionó que el gobierno ha aprobado el proyecto carretero y lo ha enviado a la Asamblea Legislativa. “Falta la aprobación de la Asamblea Legislativa, ahí está el problema, el problema no está en el gobierno”, agregó.
El Congreso está dividido entre las dos fracciones del partido de gobierno, la de los partidarios del mandatario y la de los leales al expresidente Evo Morales (2006-2019).
El gobierno se queja de que en la Asamblea Legislativa está estancada la aprobación de créditos por unos 900 millones de dólares.
Por la tarde, militares bolivianos se apostaron en las gasolineras después que Arce anunciara el día anterio que se recurrirá al control militar para evitar que el combustible salga de contrabando en medio de un deterioro de la economía, que ha generado las quejas de diferentes sectores por la escasez de dólares y del desabastecimiento de combustible.
“No podemos permitir que el combustible se vaya a actividades ilícitas y no solo en las estaciones de servicio, sino también en las fronteras es el control”, informó el miércoles la viceministra de comunicación, Gabriela Alcón.
La víspera comerciantes callejeros iniciaron un marcha desde Patacamaya, una localidad a unos 50 kilómetros al sur de La Paz, y se espera que arriben el lunes a la ciudad. Sus representantes pidieron que se garantice la moneda estadounidense, que necesitan para importar mercadería. El transporte pesado, otro sector que presiona al gobierno, anunció para el próximo lunes que volverán los bloqueos esta vez por tiempo indefinido. “No podemos seguir así, un día hay combustible, al otro no”, dijo el dirigente Willy Ayala a los medios.