Policía ingresa universidad, desaloja manifestantes en Perú
La policía peruana ingresa a la más importante universidad estatal ubicada en la capital para desalojar a manifestantes que se alojan en el predio y exigen en protestas nuevas elecciones generales, la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y miembros del Parlamento
La policía peruana ingresó el sábado a la más importante universidad estatal para desalojar a manifestantes que se alojan en el predio y exigen en protestas nuevas elecciones generales, la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y miembros del Parlamento.
Las televisoras mostraron a casi un centenar de policías antimotines entrando después que una tanqueta rompió una de las puertas de la capitalina Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de Sudamérica. También se observó la detención de al menos dos decenas de manifestantes a quienes colocaron boca abajo contra el piso.
Miles de manifestantes protestaron el viernes en las calles de Lima, enfrentaron gases lacrimógenos por segunda jornada consecutiva y dejaron claro que continuarán sus movilizaciones hasta la pronta realización de nuevas elecciones.
Muchos de los inconformes llegaron a Lima desde zonas remotas andinas, donde han muerto docenas de personas en medio de la agitación política en la que han quedado inmersas grandes porciones del país desde que Pedro Castillo, el primer gobernante surgido de una zona rural andina, fue destituido y encarcelado el mes pasado por haber intentado la disolución del Congreso.
Hasta fecha reciente, las protestas habían tenido lugar principalmente en la región sur de Perú, con un total de 55 personas fallecidas y 700 heridas principalmente en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en medio de la crispación política.
Los manifestantes pretenden convertir a Lima —donde vive una tercera parte de los 33 millones de habitantes de Perú— en el epicentro de las protestas que comenzaron cuando Boluarte, antes vicemandataria, juramentó como presidenta el 7 de diciembre en sustitución de Castillo.
Las protestas han desatado la peor ola de violencia política en el país en más de dos décadas. La ira contra la policía fue constante durante una marcha, en la que los manifestantes gritaban “asesinos” al pasar frente a filas de agentes provistos de cascos y escudos antidisturbios.
Boluarte ha dicho que apoya un plan para celebrar nuevas elecciones en 2024, dos años antes de lo previsto, pero los inconformes dijeron al unísono que esa propuesta carece de rapidez en particular tras considerar las muertes de las últimas semanas.
Castillo, un profesor carente de experiencia política que vivía en una casa de adobe de dos niveles en las tierras altas andinas, logró una estrecha victoria en las elecciones de 2021 que sacudió al establecimiento político de Perú y expusó las profundas divisiones entre los habitantes de la capital y las zonas rurales olvidadas por mucho tiempo.
Activistas bautizaron la manifestación del jueves como la “Marcha de los cuatro suyos” en referencia a los cuatro puntos cardinales del imperio inca. Es el mismo nombre que recibió otra movilización masiva en el año 2000 cuando miles de peruanos salieron a las calles para protestar contra el gobierno autocrático de Alberto Fujimori, quien dimitió meses después.