¿Qué es el proyecto de ley de independencia de Puerto Rico y qué significaría para el territorio?
Al territorio estadounidense en el Caribe se le podría ofrecer por fin un referéndum sobre su estatus político
La Cámara de Representantes aprobó la Ley de Estatus de Puerto Rico el jueves, un nuevo proyecto de ley que propone otorgar a los residentes de la isla caribeña un referéndum vinculante para determinar si se convierte en un estado estadounidense, una nación independiente o una soberanía asociada a EEUU.
Puerto Rico ha sido un territorio estadounidense desde 1898 y, aunque sus 3,2 millones de habitantes son ciudadanos estadounidenses, no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales, no pagan impuestos federales sobre la renta por el dinero que ganan en la isla y no son elegibles para algunos programas federales, una situación que ha causado polémica durante mucho tiempo.
El proyecto de ley, conocido como HR 8393, fue copatrocinado por la demócrata de Nueva York, Nydia Velásquez, y la comisionada residente de Puerto Rico, Jenniffer González-Colón, y fue aprobado por primera vez por el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes en julio.
“Después de 124 años de colonialismo, los puertorriqueños merecen un proceso justo, transparente y democrático para finalmente resolver la cuestión del estatus”, Velásquez tuiteó el miércoles después de que se anunciara la votación en la Cámara.
El líder de la mayoría saliente de la Cámara, Steny Hoyer, también defendió el proyecto de ley y dijo: “Esta legislación histórica otorgará a los puertorriqueños la autodeterminación que merecen y les permitirá decidir el futuro de su isla”.
En la Cámara, logró conseguir la mayoría que necesitaba. El siguiente paso es que obtenga al menos 60 votos en el Senado, una gran petición, antes de que pueda obtener la firma de Joe Biden.
La Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca emitió el jueves un comunicado en el que expresaba su apoyo al proyecto de ley: “Durante demasiado tiempo, los residentes de Puerto Rico (más de 3 millones de ciudadanos estadounidenses) se han visto privados de la oportunidad de decidir su propio futuro político y no han recibido los plenos derechos y beneficios de su ciudadanía por residir en un territorio estadounidense”.
“HR 8393 daría un paso histórico para corregir esta injusticia al establecer un proceso para determinar la voluntad de los votantes de Puerto Rico en relación con tres opciones constitucionales de estatus no territorial: categoría de estado, independencia y soberanía en libre asociación con los Estados Unidos”.
“La administración espera trabajar con el Congreso durante todo el proceso legislativo para garantizar que este proyecto de ley se apegue a los principios democráticos de nuestra nación. El presidente insta al Congreso a actuar con rapidez para poner el futuro del estatus político de Puerto Rico en manos de los puertorriqueños, donde pertenece”.
Sin embargo, el tiempo se acaba dado que los legisladores ya enfrentan una agenda legislativa acumulada antes de las vacaciones de Navidad el viernes 23 de diciembre, después de lo cual una nueva Cámara controlada por los republicanos prestará juramento el martes 3 de enero y cualquier asunto pendiente se tendrá que retomar desde cero.
“Nunca es mal momento para hacer lo correcto. Quiero hacer lo correcto”, Hoyer insistió a los periodistas el martes, restando importancia a las sugerencias de que una votación ganadora en la Cámara podría ser poco más que una victoria simbólica para el movimiento independentista puertorriqueño.
En las últimas semanas, surgió una controversia en torno al proyecto de ley después de que estallara una disputa entre la congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez y González-Colón después de las enmiendas propuestas anteriormente.
“Llegamos a acuerdos, y la congresista Ocasio-Cortez no respeta ni valida esos acuerdos. Estuvo presente en dos conferencias de prensa; creo que ella quiere diluir el proyecto para que no se apruebe nada”, González-Colón le dijo a The Hill.
“Es triste que una persona que vive en Nueva York, que no vive en Puerto Rico, tenga en vilo a 3,2 millones de ciudadanos estadounidenses que viven en la isla, en una colonia permanente”.
La representante reaccionó con enojo en Twitter y le dijo a la comisionada residente: “Si ella tiene algo concreto que decir, que me lo diga en persona… Hasta entonces, trataré este comentario por lo que es: muy poco serio”.
El proyecto de ley también ha sido criticado por carecer de detalles precisos con respecto a una serie de cuestiones, como si el español o el inglés deberían ser el idioma oficial de los tribunales y las escuelas puertorriqueños en caso de que ganara la categoría de estado.
Traducción de Michelle Padilla