Sector productivo de Bolivia ve con optimismo y cautela la libre importación de combustible
Empresarios y transportistas de Bolivia recibieron el jueves con optimismo y cautela el decreto de libre importación y comercialización de combustible que aprobó el gobierno de Luis Arce ante la aguda escasez de carburantes que ha agravado la crisis económica en la nación andina.
La medida llegó en medio de la desesperación de los conductores del transporte pesado y transporte urbano que realizaban esporádicos bloqueos en reclamo de gasolina y diésel.
El gobierno del presidente Luis Arce decretó la noche del miércoles la libre importación y comercialización de gasolina y diésel por un año.
“Este combustible no tendrá ninguna subvención… y en cinco días esperamos que se regule el precio”, informó Daniel Jiménez de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). En Bolivia el Estado subvenciona casi el 50% del precio de la gasolina que importa. La autoridad señaló que se busca agilizar los trámites que antes del decreto duraban casi un año.
“Hemos recibido con alta expectativa, se escucha el clamoroso pedido del sector productivo”, dijo el jueves en conferencia de prensa Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) ligado a los empresarios. Pero pidió el acompañamiento y asesoramiento de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia ( YPFB)
En tanto Juan Yujra, dirigente de los camioneros en la región de Santa Cruz —considerada el motor económico del país— explicó que era necesaria la medida, pero aseguró que el gobierno debe sincerarse y aceptar que no “tiene plata para seguir importando” combustible. “Y el precio nos lo está trasladando a nosotros y con los costos internacionales... va a haber un ‘dieselazo’ por lo precios altos”, agregó.
Por su parte, el dirigente del transporte urbano Edson Valdez dijo a Radio Panamericana que analizarán el decreto y que la medida puede ayudar siempre y cuando no se perjudique a su sector con precios altos.
La semana pasada la Confederación Agropecuaria del Oriente propuso la medida para poder cultivar y asegurar la cadena alimenticia de Bolivia ya que la escasez pone en riesgo más 1,5 millones de hectáreas de siembra, en su mayoría granos.
El sector agroindustrial se sitúa en su mayoría en Santa Cruz y el diésel es esencial para sus maquinarias pero también para transportar sus productos.
El gobierno atribuyó la escasez a los bloqueos carreteros en el centro del país de más de 20 días, que paralizaron a más de 500 carros cisterna con combustible, y ha pedido calma hasta que se normalice la distribución.
Pero los problemas de abastecimiento de los carburantes vienen de antes y están causados por la escasez de dólares para importar combustibles que el gobierno vende a precio subvencionado. También a la baja producción de los campos de hidrocarburos que ha golpeado a la economía boliviana.
Según datos oficiales Bolivia importa un 86% del diésel y un 55% de gasolina. El año pasado el Estado dispuso para ello unos 2.900 millones de dólares.