Sindicato amenaza con nueva huelga en planta de Ford en Kentucky
El sindicato United Auto Workers (UAW) amenazó con ir a huelga la próxima semana en la fábrica más grande y rentable de Ford Motor Co., en una disputa relacionada con el contrato local.
El sindicato indicó el viernes que cerca de 9.000 trabajadores de la Planta de Camiones de Kentucky en Louisville irán a la huelga el 23 de febrero si no se resuelve la disputa contractual local.
Si estalla la huelga, será la segunda vez que el sindicato paraliza la fábrica en un año. En octubre, los trabajadores afiliados al UAW cerraron la planta durante las negociaciones contractuales nacionales que finalizaron con grandes aumentos para los empleados.
La planta, una de las dos de Ford en Louisville, fabrica camionetas pickup serie F de trabajo pesado, así como las camionetas SUV de gran formato Ford Excursion y Lincoln Navigator, todas ellas muy rentables para la empresa.
El sindicato señala que los obreros no han tenido un contrato local por cinco meses. Las principales áreas de disputa son los temas de salud y seguridad, la dotación mínima de personal de enfermería en la planta, temas de ergonomía y los esfuerzos de la empresa para reducir el número de trabajadores calificados.
El viernes se dejó un mensaje para solicitar comentarios de Ford.
El sindicato afirma que la huelga podrá comenzar a las 12:01 de la madrugada del 23 de febrero. Añade que otros 19 acuerdos locales están en negociación con Ford, y varios más en las empresas rivales General Motors y Stellantis.
La amenaza de huelga se produce un día después que el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, dijo en una conferencia de analistas realizada en Nueva York que la polémica huelga del otoño pasado cambió la relación de Ford con el sindicato hasta el punto en que la automotriz “pensará muy cuidadosamente” donde fabricará sus vehículos en el futuro.
Farley explicó que la fábrica de Louisville fue la primera planta de camiones que el UAW cerró en la huelga del año pasado, aunque Ford tomó la decisión consciente de construir todas sus camionetas pickup en Estados Unidos. Sus rivales, General Motors y Stellantis, tienen plantas en Estados Unidos y México.