Uruguay consigue el primer préstamo del BM atado a metas ambientales
Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en obtener un préstamo del Banco Mundial atado a metas ambientales: un crédito de 350 millones de dólares que le ahorrará más de 12 millones de dólares en intereses si reduce las emisiones de gas metano en el sector ganadero.
Se trata de un programa piloto que el organismo multilateral anunció el viernes y que, si funciona, podría ser luego ampliado a otros países de la región y el mundo. El objetivo es alentar un crecimiento sustentable, que promueva la economía y al mismo tiempo cuide el medio ambiente.
“Uruguay muestra un nuevo liderazgo global a través de innovaciones institucionales y financieras —como lo ha hecho anteriormente en áreas como la agricultura inteligente, la reducción de emisiones de carbono y el impulso de las energías renovables— que sirven de referencia para otros países en desarrollo”, expresó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial (BM) para América Latina y el Caribe, al anunciar el novedoso crédito.
El préstamo respalda regulaciones para promover la producción orgánica, incentivos para la conservación de bosques nativos, la protección del hábitat y biodiversidad terrestre y marina y la generación de un marco institucional para la producción de hidrógeno y otros combustibles verdes, dijo el BM.
La meta es la reducción de la intensidad de emisiones de metano por cabeza de ganado, considerada clave para mitigar el cambio climático. Se espera que la disminución sea progresiva y alcance un 33% o más entre 2028 y 2032 y al menos un 36% o más entre 2033 y 2037. Si Uruguay consigue esos objetivos será premiado con una baja de hasta 12,5 millones de dólares en intereses.
A partir de 2028, cuando empieza el período de pago del crédito, se realizarán evaluaciones periódicas para corroborar el nivel de emisiones de gas metano y ver si ha disminuido, dijo el BM en un comunicado de prensa. Ese monitoreo estará a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Se trata de objetivos más ambiciosos que los que ya ha suscripto el país sudamericano de manera voluntaria para reducir los gases de efecto invernadero.
Actualmente las emisiones de gas metano provenientes de la producción de carne vacuna representan el 48,6% de las emisiones a nivel nacional en Uruguay.