Más de 1.500 personas han sido arrestadas en los últimos 3 meses en operativos de la DEA
Desde que comenzó el operativo en agosto, 1.521 personas han sido arrestadas en diversas ciudades y se han incautado 2.135 armas, dijo el administrador interino, Tim Shea.
Más de 1.500 personas han sido arrestadas y acusadas de crímenes estatales y federales en los últimos tres meses como parte de una ofensiva de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) contra el crimen violento, dijo el titular interino de la agencia a The Associated Press.
Desde que comenzó el operativo en agosto, 1.521 personas han sido arrestadas en diversas ciudades —incluidos casi 40 prófugos de la justicia federal— y se han incautado 2.135 armas, dijo el administrador interino Tim Shea.
Estas operaciones son frecuentes en el gobierno federal, pero el tema de la ley y el orden es un componente principal de la campaña de reelección del presidente Donald Trump. La iniciativa, llamada Proyecto Salvaguarda, coincide con la participación del gobierno federal en la respuesta a un aumento de la delincuencia en ciudades de todo el país y sirve para poner de manifiesto lo que el presidente llama su valor para imponer la ley y el orden en ciudades gobernadas por demócratas donde reina la anarquía.
Los expertos dicen que el aumento de la criminalidad no admite explicaciones superficiales, y señalan una mezcla tóxica de problemas que aflige al país en 2020: la tasa de desempleo más alta de los últimos 20 años, la pandemia que ha matado a más de 220.000 personas, la orden de permanecer en casa, la furia creciente contra los abusos policiales, el estrés intenso e incluso el clima.
La DEA, bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia, es responsable de investigar los grandes casos de drogas y narcotráfico internacional, además de las pandillas que suelen ser responsables del aumento de la violencia en las comunidades. La agencia ha sido objeto de denuncias de sobornos y otros delitos por parte de sus agentes, incluso de acoso racial.
Como parte del proyecto, la agencia ha modificado en parte la estructura de sus operaciones al asignar coordinadores específicos en cada oficina para crímenes violentos y colaborar con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos para rastrear armas utilizadas en delitos de drogas o por sospechosos de narcotráfico, dijeron funcionarios.
La DEA incautó 162 kilos de heroína y 158 de fentanilo, junto con bienes por valor de 24 millones de dólares desde que comenzó el operativo el 1 de agosto.