Papa Francisco le niega audiencia a Mike Pompeo: aumentan tensiones EEUU-Vaticano sobre política hacia China
Pompeo estaba en Roma para participar en una conferencia sobre libertad religiosa patrocinada por la embajada estadounidense en el Vaticano,
El secretario de Estado Mike Pompeo discutió el jueves con funcionarios del Vaticano sobre las diferencias que tienen en torno a China, al día siguiente de que las tensiones sobre el tema salieron a la luz pública.
Pompeo pasó 45 minutos en el Palacio Apostólico con su par de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, y con el ministro de exteriores del Vaticano, arzobispo Paul Gallagher.
El portavoz de la Santa Sede Matteo Bruni informó que ambas partes “presentaron sus respectivas posiciones” en cuanto las políticas hacia China en un ambiente de “respeto, franqueza y cordialidad”.
Pompeo estaba en Roma para participar en una conferencia sobre libertad religiosa patrocinada por la embajada estadounidense en el Vaticano, y para reunirse con funcionarios de Italia y de la Santa Sede.
El Vaticano denegó la solicitud de Pompeo de reunirse con el papa Francisco, ateniéndose a su política de no otorgar ese tipo de audiencias durante campañas electorales, expresó Parolin.
En la conferencia del miércoles, Pompeo exhortó al Vaticano a unirse a Estados Unidos en denunciar las violaciones a la libertad religiosa en China, conforme aumenta la retórica estadounidense contra la represión de las minorías étnicas y religiosas en China, en medio de la pandemia del coronavirus y la campaña electoral estadounidense.
La conferencia tuvo lugar al mismo tiempo que el Vaticano inicia delicadas negociaciones con Beijing sobre la posibilidad de prorrogar un acuerdo para nominar obispos en el país asiático.
El Vaticano desea extender el pacto, que estipula un proceso de diálogo para nominar a obispos. Fue firmado inicialmente en el 2018 con la esperanza de unir a los católicos de China, que desde hace siete décadas están divididos entre los que pertenecen a la iglesia reconocida por el gobierno de Beijing y una clandestina que es leal a Roma.
Pompeo ha criticado duramente el acuerdo y días atrás publicó un artículo sugiriendo que el Vaticano socavó su autoridad moral al firmarlo. El artículo enfureció a los funcionarios vaticanos, que lo consideraron una injerencia en sus asuntos internos para fines políticos.