Senadores urgen a Biden poner un alto a la reforma eléctrica en México antes de visita de Jennifer Granholm
La visita a México de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, está enmarcada en las voces de alerta que se han levantado ante los riesgos para las inversiones privadas en el sector y la explotación de minerales como el litio
Mientras se lleva a cabo un parlamento abierto para discutir la reforma eléctrica propuesta por el gobierno de Andrés Manel López Obrador, y que pretende discutirse en el Congreso en marzo o abril, en Estados Unidos comienzan a escucharse voces que alertan sobre los riesgos de este cambio en la legislación. La reforma busca devolver a las empresas del Estado un papel predominante en la industria energética, algo que se entiende como un riesgo para la inversión privada que se ha hecho hasta hoy y que se tenía prevista para los siguientes años.
Los senadores Brian Schatz, Jeff Merkley, Tim Kaine y Robert Menendez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, escribieron una carta al presidente Joe Biden para exigir su intervención para poner un alto a la reforma e impulsar en cambio la cooperación en favor del uso de energías limpias, con el fin de competir con China.
“La cooperación con México en el desarrollo de energía limpia, incluido el cultivo de minerales críticos (sic), es esencial para promover la competencia con China”, escriben.
Los senadores acusaron al gobierno de López Obrador de obstaculizar el crecimiento del sector de la energía renovable en México y de presentar con este objetivo una NDC (contribución determinada a nivel nacional revisada) al Acuerdo de París, que calificaron de bajo rendimiento al comprometerse a reducir las emisiones solo el 22 por ciento; y las emisiones de carbono negro en 51 por ciento, para el 2030.
“Escribimos con inquietudes sobre las acciones del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para socavar los esfuerzos de desarrollo de energía renovable del sector privado en México a favor de las industrias estatales de combustibles fósiles e instamos a la administración Biden a que se pronuncie con más fuerza en apoyo de la producción de energía renovable que beneficiar a ambos países”, inicia la misiva dirigida a Antony Blinken, secretario de Estado; y a Jennifer Granholm, secretaria de Energía.
La política propuesta por AMLO contradice la prohibición de nuevas restricciones de inversión que contempla el T-MEC, ya que prohibiría las concesiones para extraer minerales estratégicos como el litio y el cobre, aseguran los legisladores demócratas.
Advierten también sobre la restauración del dominio de la CFE (Comisión Federal de Electricidad) sobre el sector energético, al tiempo que cancelaría los permisos, contratos y certificados de energía renovable; y eliminaría las agencias reguladoras que supervisan tanto a las empresas estatales como a las privadas.
El documento se envió un día antes de la visita a México de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, que traería la encomienda de revisar los intereses de su país frente a la reforma.
“El viaje subrayará los compromisos de EU para impulsar una agenda bilateral de energía limpia, apoyar la inversión en energías limpias, y aumentar la diversidad al interior del sector energético internacional”, informó en un comunicado la embajada estadounidense.