Biden designa a ex-comisionado de la FDA para dirigir procesos de las vacunas
Dicho doctor encabezó la FDA en la década de 1990 bajo presidentes de ambos partidos políticos.
El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden, eligió a un excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para dirigir el aspecto científico de las vacunas, como parte de su campaña para poner 100 millones de inyecciones en los primeros 100 días de su gobierno.
El doctor David Kessler, quien tendrá el título de director científico de respuesta al COVID-19, encabezó la FDA en la década de 1990 bajo presidentes de ambos partidos políticos. Ha sido uno de los principales asesores de Biden para la pandemia y su nombramiento fue anunciado el viernes por la oficina de transición presidencial.
Kessler trabajará en el Departamento de Salud y Servicios Humanos federal, asumiendo la responsabilidad del lado científico de la operación Warp Speed, una iniciativa lanzada bajo el gobierno del presidente Donald Trump para desarrollar rápidamente vacunas y tratamientos. La campaña ya ha producido dos vacunas de gran eficacia y hay más en camino.
No obstante, la campaña de inoculación del país ha tenido un comienzo lento y la mayor parte de las vacunas que el gobierno federal entrega a los estados no se está utilizando de inmediato.
Una persona que asesora al equipo de transición de Biden dijo que Kessler asumirá el papel que ahora desempeña el doctor Moncef Slaoui, un destacado científico e innovador de vacunas que se ha desempeñado como asesor principal de la operación Warp Speed.
Varias posibles vacunas se encuentran en ensayos clínicos finales y se espera que una empresa más solicite pronto la aprobación de emergencia de la FDA para su formulación. La persona habló bajo condición de anonimato para poder hablar de las deliberaciones internas.
Kessler coordinará la revisión y aprobación de la vacuna, así como la logística de fabricación de millones de dosis más. Los expertos dicen que Estados Unidos necesitará vacunar a más de 250 millones de personas para acercarse al objetivo de “inmunidad colectiva”, donde exista una resistencia tan generalizada al virus que permita volver a la vida normal. Hasta ahora se han aplicado menos de 12 millones de dosis.