Calles sin nombre y casas sin número, un grave problema que Puerto Rico trata de resolver
La falta de calles con nombres y números es un problema de vieja data en la isla, donde los mapas digitales a veces no son precisos o no funcionan.
Los bomberos de esta ciudad próxima a San Juan se alborozaron cuando recibieron mapas actualizados que incluían barrios de zonas rurales. Confesaron que a veces tenían que consultar con conductores de taxis para ubicar una vivienda en una emergencia. Ocurre que más de 300.000 casas de esta isla no tienen direcciones formales.
La falta de calles con nombres y números es un problema de vieja data en Puerto Rico, donde los mapas digitales a veces no son precisos o no funcionan. Se dan direcciones tomando como referencia un árbol de mangos, una panadería o una casa de cierto color. Esto ocurre incluso en las zonas urbanas, incluida la capital San Juan, donde a veces la gente usa un Muñeco Pie Grande en un balcón como referencia para ubicar un hospital.
Es común escuchar cosas como, “Coja a la derecha en el kilómetro 58 y una izquierda después del hoyo grande. Si pasaste el palo de pana, te fuiste muy lejos”.
La vieja cárcel Oso Blanco, conocida como el Alcatraz del Caribe, donde cientos de reos fueron asesinados por otros reclusos, sigue siendo usada como un punto de referencia a pesar de que fue demolida hace mucho tiempo.
Perderse tratando de llegar a un lugar es normal y hasta divertido para algunos, pero la pandemia del coronavirus, una serie de terremotos recientes y un aumento en la cantidad de huracanes hacen que las autoridades traten de resolver el asunto. Sin una dirección concreta, el personal de emergencias no puede encontrar a la gente rápidamente ni hacer llegar suministros o atención médica cuando hasta el 60% de las casas no tienen una en algunos municipios.
“Si no estás en el mapa, no existes”, expresó Raúl Ríos, exejecutivo del Servicio Postal que ahora dirige iCasaPR, una organización sin fines de lucro que trata de dar uniformidad a las direcciones de la isla.
Los 78 municipios de Puerto Rico y decenas de organismos del gobierno siguen usando bancos de datos diferentes, que emplean distintos nombres para las mismas calles o listan las direcciones de distintas formas, como 1013 y 10-13. “Es como una Torre de Babel”, dijo Ríos.
Hace cuatro años, un niño falleció en San Juan porque a una ambulancia le tomó 15 minutos encontrar un complejo de departamentos que no tenían direcciones uniformadas, de acuerdo con Nazario Lugo, presidente de la Asociación de Manejadores de Emergencia y Profesionales de Seguridad, quien dirigía el servicio de manejo de emergencias en esa época. La madre no podía salir de la vivienda para orientar al personal de auxilio porque estaba siguiendo las indicaciones de resucitación que le daba un operador del servicio de emergencias 911, según dijo Lugo.