¿Por qué las orcas acosan y matan a las marsopas sin comérselas? Científicos plantean hipótesis
Un estudio reciente recopila tres hipótesis que explicarían por qué las orcas acosan y matan a las marsopas, pero no para alimentarse de ellas.
Desde hace décadas, hay un misterio que intriga a la comunidad científica: ¿por qué las orcas acosan e incluso matan a las marsopas, pero no se las comen? Parece ser que se lograron descifrar los posibles motivos.
Según un estudio publicado la semana pasada en la revista Marine Mammal Science, las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, podrían estar matando marsopas por diversión, como un “juego social”, como una “práctica de caza”, o como una mala manifestación de su comportamiento materno natural.
Varios investigadores, incluso de la Universidad de California en Davis, evaluaron este comportamiento sorprendente entre las orcas residentes del sur en el noroeste del Pacífico, en registros que abarcan más de seis décadas.
Esta especie particular de orca es una población en peligro de extinción, que cuenta con solo 75 especímenes, y su supervivencia está estrechamente ligada a la suerte de otra especie en peligro de extinción, el salmón Chinook.
Al no tener acceso a la cantidad suficiente de salmón, los científicos alegan que estas orcas están en peligro de extinción. También explicaron que no comen las marsopas que cazan porque tienen una ecología y cultura “completamente diferentes” en comparación con las orcas que comen mamíferos marinos.
“Así que debemos concluir que sus interacciones con las marsopas tienen un propósito diferente, el cual solo ha sido una especulación hasta ahora”, señaló la coautora del estudio, Deborah Giles.
Este estudio reciente se publicó mientras, en las noticias, aún se habla del avistamiento de orcas que hundieron barcos frente a las costas de Portugal y España, en la península ibérica, en tres ocasiones.
Si bien ambas poblaciones de orcas en el noroeste del Pacífico y la península ibérica son diferentes y tienen culturas distintas, los investigadores especulan que comparten su afinidad por el “comportamiento de juego”.
En el estudio, los investigadores analizaron 78 incidentes documentados de acoso de marsopas entre 1962 y 2020.
Una de las hipótesis del análisis sugiere que las orcas residentes del sur podrían estar acosando a las marsopas como una forma de juego social para formar vínculos, comunicarse o, simplemente, divertirse, un comportamiento que puede beneficiar la coordinación grupal y el trabajo en equipo.
Otra hipótesis que destaca el estudio sostiene que las orcas podrían estar matando a las marsopas para perfeccionar sus habilidades de caza de salmones.
Los investigadores sospechan que quizás las orcas residentes del sur ven a las marsopas como blancos móviles que les permiten practicar sus técnicas de caza, incluso cuando no tienen la intención de comérselas.
Una tercera teoría sugiere que las orcas podrían estar intentando cuidar a las marsopas que perciben como más débiles o enfermas, una manifestación de su comportamiento “materno” natural de ayudar a otros ejemplares en el grupo.
“La mala maternidad, también conocida como ‘comportamiento epimelético desplazado’ según los científicos, podría deberse a sus oportunidades limitadas para cuidar a las crías”, explicó la Dra. Giles.
“Nuestra investigación demostró que, debido a la desnutrición, casi el 70 % de los embarazos de orcas residentes del sur dieron lugar a abortos espontáneos o a crías que murieron inmediatamente después de nacer”, aclaró.
A pesar de estas teorías, los científicos señalaron que quizás nunca se comprenda del todo la razón exacta.
Traducción de Michelle Padilla