Arqueólogos hallan por accidente un enigmático complejo de 300 años de antigüedad en Irlanda del Norte
Las estructuras, ubicadas en el condado de Down, habrían sido demolidas hace siglos, tras la construcción de la mansión que se ve ahora en el lugar
Durante las obras de drenaje de una casa de campo en Irlanda del Norte se descubrieron por casualidad los restos de un grupo de edificios de 300 años de antigüedad.
El descubrimiento en la propiedad de la NT (Fundación Nacional para Lugares de Interés Histórico o Belleza Natural) tomó a los arqueólogos completamente por sorpresa, ya que no hay constancia de las estructuras en ninguno de los mapas o documentos históricos de la finca.
Los cimientos de un patio y los edificios circundantes fueron desenterrados en una zona de espesa vegetación en los terrenos de Castle Ward, en el condado de Down, Irlanda del Norte, durante la instalación de un sistema de filtración de desagües.
Se encontró mientras se excavaba una zanja para llevar una tubería desde los edificios existentes en Castle Ward hasta un cañaveral.
Un grupo de arqueólogos estaba supervisando las obras en ese momento por si se encontraba algo de importancia, pero nunca esperaron lo que se reveló tras desenterrar los primeros ladrillos rojos.
A medida que se iba retirando la capa superior del suelo, los restos de un conjunto de edificios quedaron al descubierto por primera vez en tres siglos.
Alrededor de un patio central empedrado, se hallaron una serie de edificios, algunos con suelos de baldosas y laja. Se han identificado un fregadero, una chimenea, una bodega y una red de desagües revestidos de piedra.
También se han encontrado varios artefactos, como cerámica, botellas de vidrio y huesos de animales desechados y descuartizados.
La construcción de la actual mansión campestre de Castle Ward comenzó en la década de 1760, pero ya existía una casa anterior, construida a principios del siglo XVIII.
Los expertos creen que los restos recién descubiertos se remontan a finales del siglo XVII o principios del XVIII y pueden haber sido un complejo de edificios domésticos y agrícolas utilizados por la primera casa de Castle Ward.
Una de las teorías es que el complejo fue destruido cuando se construyó la nueva mansión, porque habría arruinado la impresionante vista con la que contaba la propiedad de Strangford Lough.
Malachy Conway, arqueólogo regional de la NT para Irlanda del Norte, declaró que el descubrimiento era “realmente significativo”.
Afirmó que el hallazgo fue totalmente casual, ya que el trazado y la ubicación del sistema de drenaje se habían elegido cuidadosamente de acuerdo con antiguos mapas históricos para evitar cualquier yacimiento de posible importancia arqueológica.
“No había nada en nuestros mapas que indicara que allí había algo y, de repente, se topan con restos de edificios desconocidos hasta entonces”, explicó Conway.
“En general, se trata de edificios no residenciales; pudo haber sido una especie de mini patio de establos, o un lugar donde posiblemente hubiera una pequeña lechería o tal vez donde estaba la lavandería. Creemos que fue el precursor de lo que entonces se construyó en la casa nueva, los corrales que se ven hoy”, continuó el arqueólogo.
Michael Fearon, de la consultora Northern Archaeological Consultancy, se encontraba in situ supervisando la construcción del sistema de drenaje cuando se produjo el descubrimiento.
Por otra parte, el director junior del yacimiento ha supervisado las excavaciones posteriores.
“Los cañaverales están situados en una zona de vegetación densa y árboles, y fue durante los trabajos de desbroce cuando se descubrieron los ladrillos”, dijo Fearon, y añadió. “Lo que al principio parecían unos pocos ladrillos no hizo más que expandirse una vez que entramos con la máquina para investigar de qué se trataba. Fue una gran sorpresa”.
Fearon continuó: “Estamos pensando que, tal vez, este conjunto de edificios existía antes de que se construyera la casa principal de Castle Ward que vemos hoy y podría haber arruinado la vista desde sus ventanas, por lo que decidieron demolerla. No habrían querido nada que desvirtuara el paisaje natural”.
Adrian McAleenan, arqueólogo jefe de la División de Medio Ambiente Histórico (HED) del Departamento de Comunidades del dominio de Stormont, declaró que en las excavaciones se habían descubierto algunos hallazgos interesantes.
“HED desempeña un papel clave en nuevos descubrimientos arqueológicos como este: desde el asesoramiento sobre los trabajos arqueológicos necesarios antes de una nueva construcción, hasta la concesión de licencias de excavación para gestionar el proceso de descubrimiento y registro arqueológico”, declaró.
“Las excavaciones en Castle Ward han aportado nueva información emocionante e importante sobre nuestro pasado, desde el descubrimiento de un complejo de edificios bien conservado hasta el hallazgo de una diminuta vasija de cerámica totalmente intacta, todo ello justo debajo de la superficie del suelo y con una antigüedad probable de al menos 300 años”, explicó.
Traducción de Sara Pignatiello