Científicos estudian por primera vez el tiburón caminante que “rompe todas las reglas de la supervivencia”
La comparación de cómo se mueven los tiburones charretera medida que envejecen podría ofrecer pistas sobre cómo afrontan las difíciles condiciones ambientales, reporta Tom Batchelor
Un tiburón que camina y que, según los científicos, rompe “todas las reglas de la supervivencia” es el objeto de un estudio pionero realizado por investigadores de EE.UU. y Australia.
El tiburón charretera (Hemiscyllium ocellatum), que se encuentra en el sur de la Gran Barrera de Coral, mide solo 3 pies de largo (1 metro) y puede caminar tanto dentro como fuera del agua, retorciendo su cuerpo y empujándose hacia adelante con sus aletas en forma de pala.
Expertos de la Universidad Atlántica de Florida y de la Universidad James Cook y Macquaire de Australia examinaron cómo cambia el andar y el nadar del tiburón durante su desarrollo temprano, lo que ofrece pistas sobre cómo estas criaturas marinas enfrentan el impacto del cambio climático.
Los científicos piensan que la capacidad de los tiburones charretera para retorcerse dentro y fuera del agua puede ser clave para su sólida respuesta a las difíciles condiciones ambientales, pero hasta ahora no se había estudiado cómo se mueven durante las primeras etapas de su vida.
En concreto, los investigadores analizaron las diferencias en la marcha y la natación de los tiburones recién nacidos y los juveniles.
Los más jóvenes conservan el saco vitelino interiorizado, lo que da lugar a un vientre abultado, mientras que los juveniles son más delgados.
Los investigadores esperaban ver diferencias en su capacidad de caminar en función de la edad, pero descubrieron que las diferencias en la forma del cuerpo no alteraban el movimiento observado.
La velocidad, la rotación de las aletas, la flexión axial y la frecuencia y amplitud del batido de la cola se mantuvieron constantes independientemente de las etapas de la vida, concluyó el estudio.
“El estudio de la locomoción del tiburón charretera nos permite comprender la capacidad de esta especie -y quizás de otras relacionadas- para moverse dentro y fuera de las condiciones difíciles de sus hábitats”, dijo Marianne Porter, autora principal y profesora asociada del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Charles E Schmidt de la FAU.
“En general, estos rasgos locomotores son clave para la supervivencia de un pequeño mesopredador bentónico [que vive en el fondo de una masa de agua] que maniobra en pequeñas grietas de los arrecifes para evitar a los depredadores aéreos y acuáticos”.
“Estos rasgos también pueden estar relacionados con su rendimiento fisiológico sostenido en condiciones ambientales difíciles, incluidas las asociadas al cambio climático, un tema importante para futuros estudios”.
“Investigar cómo cambia el rendimiento locomotor a lo largo de la ontogenia temprana -quizá las etapas vitales más vulnerables, en términos de interacciones entre depredadores y presas y de factores de estrés ambiental- puede ofrecer información sobre los mecanismos cinemáticos que permiten a los animales compensar las limitaciones para satisfacer las demandas locomotoras y ecológicas”.
Los resultados fueron publicados en la revista Integrative & Comparative Biology.