Coronavirus: Pandemia complica los trabajos de preservación de los rinocerontes blancos del norte
El equipo que trabaja por salvar la especia no ha podido transportar los óvulos fecundados en Italia a Kenia debido a las restricciones de viajes por la crisis sanitaria
Una colaboración multinacional para salvar al rinoceronte blanco del norte de la extinción ha sufrido reveses debido a la pandemia de coronavirus.
El comercio ilegal de vida silvestre ha llevado al rinoceronte blanco del norte al borde de la extinción, con miles sacrificados por su cuerno, que es demandado en el este de Asia por sus supuestas propiedades medicinales.
Ol Pejeta Conservancy en el norte de Kenia es el hogar de los dos últimos miembros restantes de la especie, unas hembras llamadas Najin y Fatu.
El año pasado, un consorcio de científicos, conservacionistas y veterinarios unieron fuerzas para luchar por la supervivencia del rinoceronte blanco del norte. Habiendo formulado una estrategia para ayudar a la reproducción a través de la fertilización in vitro (FIV), en agosto de 2019 el equipo comenzó a recolectar huevos de ambas hembras.
En un procedimiento innovador, tres de los óvulos fueron fertilizados en laboratorios en Italia utilizando esperma congelado de machos blancos del norte fallecidos.
Sin embargo, la pandemia obligó a detener los esfuerzos en esa etapa. El equipo todavía está esperando avanzar a la siguiente parte del proceso, que es transferir los tres embriones a rinocerontes blancos del sur en Kenia.
El jefe de servicios veterinarios del Servicio de Vida Silvestre de Kenia , el doctor David Ndeereh, dice: "La recolección de más huevos estaba programada para la primera semana de mayo, pero las restricciones de viaje para contener la propagación de la pandemia lo impidieron".
A principios de este mes , por primera vez desde el brote de la pandemia, el equipo cosechó con éxito 10 huevos más de los dos rinocerontes.
El científico principal Thomas Hildebrandt dice: "El procedimiento es complejo y delicado, ya que los óvulos deben transferirse de Kenia a laboratorios en Italia en 24 horas".
La recolección de tantos huevos como sea posible es vital para aumentar las posibilidades de supervivencia de la especie. Hildebrandt agrega que hay urgencia porque uno de los rinocerontes, Najin, tiene 31 años. "Estamos planeando recoger más huevos en diciembre antes de retirarla", añadió.
El rinoceronte blanco del norte alguna vez fue abundante en África central, pero las crecientes tasas de caza por su cuerno han devastado a la población.
La campaña Stop the Illegal Wildlife Trade de The Independent se lanzó para buscar un esfuerzo internacional para reprimir la caza furtiva y el comercio ilegal de animales salvajes.
En 2018, el último rinoceronte blanco del norte macho, llamado Sudán, murió de causas naturales, a los 45 años, en Ol Pejeta Conservancy. Antes de su muerte, Sudán estaba bajo vigilancia armada las 24 horas del día para protegerlo de la amenaza de los cazadores furtivos.
Samuel Mutisya, el jefe de vida silvestre de Ol Pejeta, dice que tiene esperanzas en el futuro de la especie, con planes de implantar los embriones en las madres sustitutas de rinocerontes para el próximo año.
El director ejecutivo de The Conservancy, Richard Vigne, dice: “La pandemia ha retrasado nuestros esfuerzos. En la carrera por salvar al rinoceronte blanco del norte, estaba programado que los huevos de las dos hembras se recolectaran cada tres o cuatro meses para maximizar las tasas de supervivencia".
El proyecto pionero está financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania, con un costo estimado de 7.33 millones de dólares. Es una colaboración entre el Servicio de Vida Silvestre de Kenia, el Instituto Leibniz para la Investigación del Zoológico y la Vida Silvestre (Leibniz-IZW) Berlín, Avantea, el Zoológico de Dvur Kralove y Ol Pejeta Conservancy.
El secretario del gabinete de turismo y vida silvestre de Kenia , Najib Balala, dice que la asociación es un hito en la conservación. “El hecho de que Kenia esté en el centro de este avance científico también me enorgullece mucho. Es asombroso ver que seremos capaces de revertir la trágica pérdida de esta subespecie a través de la ciencia”, mencionó.
Balala agrega que la lucha para salvar a los rinocerentes blancos del norte debería ser una llamada de atención para el mundo, y que debemos utilizar la ciencia y la tecnología para garantizar que ninguna otra especie que enfrenta amenazas similares se extinga.