Descubren nuevo virus que puede resultar mortal para los felinos domésticos y salvajes
El primer caso documentado se detectó en una hembra de puma hallada en Colorado (EE. UU.) en 2023
Se descubrió en EE. UU. una enfermedad que puede ser fatal para los felinos, tanto domésticos como salvajes.
Según un estudio publicado este mes en la revista científica Emerging Infectious Diseases, el año pasado se descubrió una variante del virus de la rustrela (relacionado con el más conocido virus de la rubéola, que provoca erupciones cutáneas en los seres humanos), denominada RusV, en una hembra de puma en el condado de Douglas, Colorado (EE. UU.).
En mayo de 2023, se observó que la felina sufría de lesiones en la piel y mostraba signos de debilidad muscular severa en sus patas traseras. También era reacia a levantarse y tenía poca movilidad.
Los agentes de protección de la vida silvestre sospecharon que estaba sufriendo de alguna enfermedad, pero no estaban seguros de cuál era la causa de su comportamiento. Para poner fin a su sufrimiento y evitar la destrucción del tejido cerebral, decidieron sedarla y dispararle en el pecho.
Luego, los autores del estudio comenzaron a investigar las posibles causas de la desconocida enfermedad y dijeron que el análisis de las muestras de tejido, los antecedentes del animal y la secuenciación genética sugerían que la hembra de puma había contraído la variante RusV del virus de la rustrela. También conocido como Rubivirus strelense, es la causa de lo que se conoce como “enfermedad del tambaleo”.
De acuerdo al estudio, se trata de un síndrome neurológico que suele ser mortal en los felinos, y solo recientemente se identificó al RusV como su causa. Los animales afectados suelen presentar signos de lesiones y dificultad para mover las extremidades.
Se ha documentado en gatos domésticos en Europa desde los años 70, y también ha sido diagnosticada en roedores. Asimismo, hace 45 años, se reportó que los gatos del estado de Alabama (EE. UU.) sufrían de un síndrome similar de causa desconocida.
Para demostrar la conexión entre las lesiones y el RusV, los investigadores utilizaron métodos de hibridación previamente desarrollados para el virus. La hibridación es un proceso en el cual se fusionan dos moléculas complementarias y de cadena simple de ADN (el material hereditario de los seres humanos y de casi todos los organismos) o de ARN (ácido ribonucleico). El ARN es un ácido nucleico que se asemeja al ADN.
La hibridación permite identificar genes específicos, así como analizar los niveles de un tipo de ARN que actúa como mensajero molecular (ARNm) en las células. Las moléculas de ARNm transportan la información genética necesaria para producir proteínas, las cuales cumplen múltiples funciones en el organismo, como reparar células y contribuir en la protección del sistema inmunitario.
Gracias a estos métodos, los autores determinaron que el ARN del RusV se encontraba en todas las regiones del cerebro de la gran felina y en casi todas las distintas secciones de la médula espinal.
“Encontramos señales particularmente abundantes o grandes, similares a puntos, en la capa de células granulares del hipocampo y en las células de Purkinje del cerebelo, parecidas a las que se identificaron en los casos de la enfermedad en gatos de Europa”, afirmaron los investigadores del Instituto Friedrich-Loeffler de Alemania.
El nuevo virus RusV descubierto en Colorado se comparó con otras variantes, y el análisis reveló que las muestras encontradas en Colorado pertenecían a secuencias genéticas europeas ya conocidas.
Los científicos aún ignoran qué tan extendido está el virus entre los felinos domésticos y salvajes de EE. UU.
La Asociación Médica de Veterinarios de EE. UU. señaló que los posibles síntomas del virus incluyen un andar tambaleante, imposibilidad de retraer las garras, sensibilidad extrema al tacto, temblores y convulsiones. La enfermedad suele durar entre varios días y algunas semanas, pero también puede perdurar por más de un año.
Normalmente, provoca un deterioro que obliga a aplicarle la eutanasia al animal.
“Si se trata de un caso aislado, no es un motivo de preocupación. Pero, tradicionalmente, cuando encontramos este tipo de enfermedades, suele haber otros casos que hemos pasado por alto a lo largo del tiempo”, explicó a National Geographic la doctora Karen Fox, patóloga de vida silvestre en la Universidad Estatal de Colorado.
Traducción de Sara Pignatiello