Ácido del aceite de palma está relacionado con la propagación del cáncer, sugiere un estudio
Worldwide Cancer Research califica el hallazgo como un “gran avance” en el vínculo entre la dieta y el cáncer
Un ácido presente en el aceite de palma puede alterar el genoma del cáncer, aumentando la probabilidad de que la enfermedad se extienda por el organismo, según han descubierto los investigadores.
El aceite de palma es un aditivo común, utilizado en todo tipo de productos, desde el chocolate hasta el labial, pasando por la pasta de dientes y el champú.
La propagación del cáncer -metástasis- es la principal causa de muerte en los pacientes con la enfermedad y la gran mayoría de las personas con cáncer metastásico sólo pueden ser tratadas pero no curadas, dicen los investigadores.
Los ácidos grasos son los componentes básicos de la grasa de nuestro cuerpo y de los alimentos que ingerimos. La metástasis se ve favorecida por los ácidos grasos de la dieta, pero no está claro cómo funciona y si todos los ácidos grasos contribuyen a la propagación de la enfermedad.
El estudio ha sido dirigido por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona y publicado en la revista Nature. Descubrieron que uno de esos ácidos grasos que se encuentran habitualmente en el aceite de palma, llamado ácido palmítico, fomentaba la metástasis en los cánceres de boca y de piel en ratones.
La Dra. Helen Rippon, directora ejecutiva de la organización benéfica británica Worldwide Cancer Research, declaró: “este descubrimiento supone un gran avance en nuestra comprensión de la relación entre la dieta y el cáncer y, lo que es más importante, de cómo podemos utilizar este conocimiento para poner en marcha nuevas curas contra el cáncer”.
“Se calcula que la metástasis es responsable del 90% de las muertes por cáncer, lo que supone unos nueve millones de muertes al año en todo el mundo”.
“Aprender más sobre lo que hace que el cáncer se extienda y, lo que es más importante, cómo detenerlo es el camino a seguir para reducir estas cifras”.
Otros ácidos grasos llamados ácido oleico y ácido linoleico -grasas omega-9 y omega-6 que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva y las semillas de lino- no mostraron el mismo efecto.
Si bien el ácido palmítico se relacionó con la propagación de la enfermedad, no se relacionó con el aumento del riesgo de desarrollo del cáncer en primer lugar.
La investigación descubrió que cuando el ácido palmítico se añadía a la dieta de los ratones, no sólo contribuía a la metástasis, sino que también ejercía efectos a largo plazo en el genoma.
Incluso cuando se eliminó el ácido palmítico de la dieta, las células cancerosas que sólo habían estado expuestas a él en la dieta durante un breve periodo de tiempo siguieron siendo altamente metastásicas.
Los cambios alteran la función de las células cancerosas metastásicas y les permiten formar una red neuronal alrededor del tumor para comunicarse con las células de su entorno inmediato y propagarse con mayor facilidad.
Gracias a estos hallazgos, los científicos han comenzado a desarrollar terapias que interrumpen este proceso y han dicho que un ensayo clínico podría comenzar en los próximos dos años.
El profesor Salvador Aznar-Benitah, jefe de grupo del IRB Barcelona y profesor de investigación ICREA, y autor principal del trabajo, dijo: “creo que es demasiado pronto para determinar qué tipo de dieta podrían consumir los pacientes con cáncer metastásico que ralentizaría el proceso metastásico.
“Dicho esto, con base en nuestros resultados se podría pensar que una dieta pobre en ácido palmítico podría ser eficaz para ralentizar el proceso metastásico, pero se necesita mucho más trabajo para determinarlo”.
“No nos centramos en esta dirección de investigación, sino en nuevas dianas terapéuticas potenciales que podríamos inhibir y que podrían tener un beneficio terapéutico real para el paciente, independientemente de su dieta”.
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