Descubren cráter de un segundo asteroide que habría contribuido a la extinción de los dinosaurios

Un grupo de científicos de la Universidad Heriot-Watt de Escocia hallaron el cráter cerca de la costa de África Occidental, 300 m por debajo del lecho marino

Julia Musto
Martes, 08 de octubre de 2024 07:26 EDT
El asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios golpeó a la Tierra en el “ángulo más letal posible”
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Hace 66 millones de años, un asteroide de 10 km de largo impactó contra la Tierra, y acabó con los dinosaurios y más de la mitad de la vida terrestre. El impacto creó un cráter de casi 200 km de ancho bajo el Golfo de México, en la Península de Yucatán.

Hasta ahora, se había supuesto que el asteroide actuó solo.

Esta semana, sin embargo, científicos de la Universidad Heriot-Watt de Escocia publicaron nuevas imágenes tridimensionales de un cráter provocado por un segundo asteroide que impactó contra la Tierra, casi al mismo tiempo, frente a las costas de África Occidental.

El cráter Nadir, de 8 km de ancho, fue hallado cerca de 300 metros bajo el suelo del océano Atlántico. Un grupo de científicos lo detectó hace poco más de cinco años, pero fue necesario obtener datos sísmicos de las imágenes para confirmar cómo se formó.

Representación ficticia de un tiranosaurio con un asteroide cayendo del cielo al fondo
Representación ficticia de un tiranosaurio con un asteroide cayendo del cielo al fondo (Getty Images/iStock)

“[En las imágenes] se muestra por primera vez un cráter en tres dimensiones. Es la primera vez que logramos ver en el interior de un cráter de impacto”, dijo el doctor Uisdean Nicholson a The Independent el viernes. El estudio fue publicado el jueves en la revista científica Nature Communications Earth & Environment.

Los cráteres suelen estar destruidos o deformados por la erosión y pueden ser difíciles de encontrar porque llevan milenios enterrados. No obstante, los datos que la compañía geofísica global TGS proporcionó al equipo de Nicholson les permitieron ver todas las características de esta apertura.

“El núcleo del cráter, que constituye su parte principal, mide unos 9 km”, explicó Nicholson, y añadió: “Luego, hay un conjunto más amplio de rasgos concéntricos o circulares a su alrededor que llamamos el borde, y que mide alrededor de 22 km de diámetro. Allí fue donde el suelo marino colapsó”.

Mapa que muestra la ubicación del cráter Nadir frente a la costa de África Occidental
Mapa que muestra la ubicación del cráter Nadir frente a la costa de África Occidental (Uisdean Nicholson)

Según los científicos, el asteroide que creó este cráter tendría que haber medido casi 400 m de ancho. Lo más cerca que el ser humano ha estado de ver un asteroide de este tamaño estrellarse contra la Tierra fue en 1908, cuando un asteroide de 50 m de ancho explotó sobre Siberia.

“No hemos tenido nada como esto en la historia de la humanidad”, afirmó Nicholson, haciendo referencia al asteroide que creó el cráter Nadir.

Al entrar en la atmósfera terrestre, dicho asteroide se habría convertido en una bola de fuego de un tamaño aproximadamente 24 a 25 veces mayor que el del Sol visto desde la Tierra, lo que habría generado una enorme explosión en el aire unas mil veces mayor que la erupción volcánica de 2022 en Tonga (Oceanía). También habría provocado un terremoto de magnitud 7,0, lo que a su vez habría provocado un “tren” de tsunamis que emanarían desde el punto de impacto.

Aun así, comparado con el asteroide mexicano “Chicxulub”, el responsable de acabar con los dinosaurios, este no fue tan grande en cuanto a la cantidad de energía liberada.

Una vista tridimensional permite observar el interior del cráter Nadir, incluidos su núcleo y su borde
Una vista tridimensional permite observar el interior del cráter Nadir, incluidos su núcleo y su borde (Uisdean Nicholson)

Ahora, Nicholson espera poner a prueba hipótesis sobre cómo la energía del asteroide golpeó el área y cuáles fueron sus consecuencias, así como recrear el impacto con un mayor detalle. Asimismo, los investigadores quieren taladrar el lecho oceánico para obtener muestras del cráter que permitan responder estas y otras preguntas.

Mientras tanto, disponer de los datos en 3D es de gran ayuda. Nicholson comparó estas imágenes con las generadas por la nueva generación de escáneres médicos.

“Es como pasar de una radiografía antigua a obtener una tomografía computarizada de todo tu cuerpo”, expresó el científico.

Traducción de Sara Pignatiello

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