Cierran escuelas en Irlanda del Norte para combatir repunte de casos de COVID-19
Pubs y restaurantes también deberán cerrar durante cuatro semanas para reducir contagios
Irlanda del Norte implantó este miércoles las medidas contra el coronavirus más restrictivas en Gran Bretaña, cerrando escuelas, pubs y restaurantes en un esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19.
Las restricciones incluyen el cierre de escuelas durante dos semanas y el de pubs y restaurantes durante cuatro, salvo para pedidos de comida para llevar. El anuncio se produjo tras negociaciones entre los partidos políticos que se prolongaron hasta la madrugada de este miércoles.
“Este no es el momento de argumentos políticos triviales”, dijo la primera ministra, Arlene Foster, a legisladores al anunciar su decisión en la asamblea regional de Belfast. “Este es el momento de encontrar soluciones”.
Por su parte, el gobierno británico debatía sobre si extender las nuevas y duras restricciones sociales a más zonas de Inglaterra ante la entrada en vigor de su plan de tres niveles para frenar los contagios.
Las autoridades de salud británicas se reunen este miércoles para discutir si se incluyen otras zonas del norte de Inglaterra —como Manchester y Lancashire— en el nivel de mayor riesgo, lo que supondría que se pudiesen imponer pronto medidas como el cierre de los pubs.
Sólo la ciudad de Liverpool estaba en la categoría de mayor riesgo cuando se presentó el plan el pasado lunes.
El primer ministro británico, Boris Johnson, está recibiendo críticas de todos los bandos a dos días de anunciar su plan para frenar los rebrotes. Un reporte publicado el martes mostró que los asesores científicos del gobierno recomendaban tomar medidas mucho más duras, incluso un confinamiento nacional de entre dos y tres semanas.
El principal partido de la oposición, el Partido Laborista, ha pedido que se siga esa recomendación, mientras que algunos miembros del Partido Conservador de Johnson sostienen que las medidas ya implantadas van demasiado lejos y están causando más daños a una economía que ya sufre los efectos de la pandemia.
Gran Bretaña tiene el brote más letal de toda Europa, con más de 43.000 decesos confirmados a causa del virus.