“En 15 minutos destruyó toda la sanación”: Padre critica a juez por “amordazar” a su hija al revertir veredicto de violación
EXCLUSIVA: Un juez de Illinois sorprendió a la víctima, a su familia y a los fiscales cuando revocó su propio veredicto de culpabilidad, al afirmar que “no sería justo” sentenciar a Drew Clinton a prisión por violar a una niña de 16 años. En una entrevista con ‘The Independent’, el padre de la víctima cuestiona por qué el juez puede “tomar la ley en sus propias manos” y qué mensaje está envía a otros sobrevivientes, escribe Rachel Sharp
Scott esperaba que el 3 de enero fuera un día que ayudaría a su hija de 16 años a sanar. Drew Clinton, el hombre declarado culpable de violarla en una fiesta de graduación el fin de semana del Día de los Caídos (31 de mayo), iba a ser sentenciado a prisión en el condado de Adams, Illinois.
El joven de 18 años estaba destinado a pasar un mínimo de cuatro años tras las rejas según la ley estatal, después de que el tribunal escuchara cómo puso una almohada sobre el rostro de su víctima menor de edad y la violó mientras estaba inconsciente.
Su víctima (nombre omitido) había escrito una declaración de impacto en la víctima para leerle al tribunal sobre cómo la agresión sexual había afectado su vida.
“Ella sintió que el día la sentencia sería un día más feliz”, le dice Scott a The Independent. “Un día en el que pudiera leer su declaración de impacto en la víctima y que se le hiciera justicia”.
Pero, en un contundente fallo que conmocionó a su familia,así como a fiscales y expertos legales, el juez Robert Adrian le negó la oportunidad de sanar.
El juez revocó la condena de Clinton, lo que hizo que el joven de 18 años saliera de prisión sin antecedentes penales, sin libertad condicional y sin ser incluido en el registro de delincuentes sexuales, solo tres meses después de declararlo culpable.
Con base en sus comentarios, el cambio en el veredicto no se basó en ninguna evidencia nueva o en un repentino cambio de opinión que llevó al juez a reconsiderar la inocencia de Clinton.
En cambio, el juez declaró que creía que Clinton ya había recibido “bastante castigo” después de pasar cinco meses en la cárcel del condado mientras esperaba la sentencia, y que “no sería justo” sentenciarlo al mínimo legal de cuatro años de prisión por violación.
“No hay manera, por lo que pasó en este caso, que este adolescente deba ir al Departamento de Correccionales. No haré eso”, dijo, según la transcripción del tribunal.
El juez Adrian comentó que podría declarar inconstitucional la sentencia legal, pero que un tribunal de apelación revocaría su fallo y enviaría a Clinton a prisión de todos modos.
“Pero lo que puede hacer el tribunal, debido a que este fue un juicio sin jurado, el tribunal determinará que la fiscalía no pudo probar su caso en el tercer cargo”, añadió.
“El tribunal va a reconsiderar su veredicto, el tribunal va a encontrar al acusado no culpable”.
En una entrevista exclusiva con The Independent, el padre de la víctima ahora se pronuncia para criticar al juez por “amordazar” a su hija de 16 años, y para revelar cómo “en solo 15 minutos” el juez Adrián destruyó todo el progreso que había hecho para seguir adelante a raíz de la agresión sexual.
El veredicto de culpabilidad de octubre trajo algo de “alivio” a su hija y significó que finalmente pudo “comenzar a tratar de sanar”, explica Scott. La revocación del juez ahora ha “destruido” esto y la ha enviado de nuevo al punto de partida, dice.
“Él ha destruido todo en lo que hemos trabajado para lograr que mi hija comience a sanar… en solo 15 minutos destruyó todo eso”, dice.
“Finalmente la veíamos comenzar a ser un poco más como ella misma de nuevo. La cicatriz estaba allí, y la costra comenzaba a sanar, luego el juez la arrancó y volvimos al punto de partida”.
El juez culpó a todos menos al atacante de su hija por lo que le había sucedido, aclara.
“Ha sido un camino difícil, y luego que el juez nos escupa en la cara y culpe a mi hija y culpe a los padres y a todos los demás por lo que hizo es totalmente inaceptable”. Y agrega: “Te llevaste a mi hija de 16 años, que empezaba a vivir con lo que pasó, y significaba que ahora tiene que empezar de nuevo”.
Scott dice que siente que el juez no emitió un veredicto de acuerdo con la ley.
“Tu trabajo como juez es defender la ley, no tomar la ley en tus propias manos… lo declaraste culpable”, comenta. “Tu trabajo era sentenciarlo, y como no podías cambiar la ley, lo único que podías hacer era cambiar el veredicto. ¿Qué te da derecho a tomar la justicia en tus manos?”.
Scott dice que le gustaría poder preguntarle al juez qué cambió de opinión sobre el veredicto. “¿Cómo puedes dar un veredicto de culpabilidad y luego, tres meses después, decidir tomar la ley en tus propias manos y pensar que está bien dejar ir a este niño?”, pregunta.
Señala los comentarios del juez al dictar su decisión, cuando pareció echar la culpa a los padres del adolescente que organizaba la fiesta en la que bebieron alcohol.
“Permitieron que jóvenes de 16 años llevaran licor a una fiesta. Le dieron licor a menores de edad, y uno se pregunta cómo pasan estas cosas. Bueno, así es como pasan estas cosas”, aseveró el juez.
“‘¿Estas cosas pasan?’”, pregunta Scott sobre el lenguaje utilizado por el juez. “Es absolutamente estúpido que él diga eso”.
Para Scott, el cambio de culpabilidad envía un mensaje peligroso a otras mujeres y hombres jóvenes: que un violador no será responsable si es joven y hay alcohol involucrado.
“Mi hijo de 17 años estaba en la sala del tribunal. Después se volvió hacia mí y me dijo: ‘Entonces, el juez dice que mientras tenga un historial limpio y 18 años, puedo salirme con la mía por agresión sexual y no es mi culpa. Es culpa de la víctima menor de edad por beber. Es culpa de los padres. Es culpa de todos menos mía’”.
“Los comentarios de mi hijo en verdad me abrieron los ojos [a lo que significaba el veredicto]”, agrega.
Para las víctimas de agresión sexual, como su hija, el juez envía un mensaje claro de que no deben hablar en contra de sus agresores, considera Scott. “El juez no hizo más que amordazar a las víctimas. Entonces, ¿por qué contarían su historia y se someterían a todo esto y no obtendrían justicia?”.
Scott describe cómo, durante los últimos ocho meses, su hija tenido dificultades para lidiar con lo que le sucedió. En lugar de disfrutar su último año, ya no puede ir a la escuela en persona porque teme que “la gente se ría, diga que está mintiendo, la llame la niña violada”, comenta Scott.
La exestrella de deporte escolar de secundaria abandonó todos sus deportes, pasó a aprender de forma remota y tiene “miedo de salir con gente”.
“No puede ir al baile de graduación ni hacer ninguna de las cosas que debería estar haciendo en su último año”, expresa Scott. “Ha afectado todo”.
El daño que la agresión sexual le causó a la joven de 16 años llegó a un punto crítico cuando ella intentó quitarse la vida, revela Scott y cuenta cómo en la noche recibió una llamada telefónica asustada de una de las amigas de su hija y corrió a su habitación. La llevaron al hospital donde sufrió múltiples convulsiones.
Cuando Scott encontró la nota de suicidio de su hija, notó que el único nombre que ella mencionaba era el de Clinton.
“La carta de suicidio solo tenía un nombre que era el de Drew. Decía: ‘Lo siento, tengo que hacer esto, ya no puedo vivir con esta carga... Espero que Drew vaya a la cárcel por lo que hizo’”.
“Me senté junto a su cama en el hospital durante cinco días mientras se aferraba a la vida. Luego tuvo que pasar siete días en una unidad psiquiátrica local para asegurarse de que no volvería a lastimarse. Sabíamos que esto la afectaba muchísimo, pero no teníamos idea de que estaba fuera posible. No puedo imaginar qué pasó por su mente para pensar que esa era la única salida”.
Además de la agresión sexual en sí, la joven de 16 años también tuvo que pasar por el proceso legal después de que Clinton fuera acusado de violación, cuenta Scott. En la sala del tribunal, yuvo que testificar en el estrado sobre la agresión sexual, una prueba que, según Scott, la hizo sentirse “ridiculizada”.
“Fue difícil para ella ya que tiene 16 años y la defensa la atacó. También fue la primera vez que tuvo que mirar a Drew a la cara [después de la violación]”, aclara Scott.
Para empeorar las cosas, Scott y su esposa no pudieron estar en la sala del tribunal para apoyarla porque la defensa también los había citado. A ninguno de los dos los llamaron a declarar. “Luego, cuando llegó el veredicto de culpabilidad, hubo una sensación de alivio”, cuenta Scott. “Solo para ir a la sentencia y estar peor que antes”.
Scott asegura que ni su hija ni el resto de su familia querían ni esperaban que Clinton recibiera la sentencia máxima posible de 40 años. Él dice que estaban “100 por ciento de acuerdo” con que él obtuviera el mínimo de cuatro años.
Pero ahora su hija se quedó con el deseo de nunca haber hablado sobre la agresión sexual en primer lugar.
“Cuando llegamos a casa [después de la audiencia de sentencia] me miró con lágrimas en los ojos y dijo: ‘Ojalá nunca hubiera dicho nada’”, narra Scott. “Como padre, me destruyó. Fue devastador. Siente que pasó por todo esto para nada, y si no hubiera dicho nada y lo hubiera guardado, entonces no habría tenido que pasar por todo esto”.
Debido al nuevo veredicto, también se le privó de la oportunidad de entregar su declaración de impacto en la víctima ante el tribunal. Scott cuenta que ha sido “difícil”, pero que él, su esposa y su hija tenían declaraciones escritas para contar su historia. “Nos preparamos mentalmente y nunca tuvimos la oportunidad de leerlas”.
Ahora, mientras Clinton está libre porque el juez dictaminó que cinco meses son “bastante” tiempo para su castigo, Scott dice que su hija debe vivir con lo que sucedió.
“Salió de la sala del tribunal y se fue a casa. Ella tiene que vivir con esto por el resto de su vida”, aclara. “Y tenemos que vivir con esto como una familia”.
A la luz de las acciones del juez, Scott dice que su hija no tiene más vías legales para buscar justicia. La única opción sería un caso civil, el cual dice que no les interesa porque esto “no se trata de dinero” y “no quieren que [su hija] tenga que pasar por más”.
Pero, a pesar del resultado en los tribunales, Scott asegura que está “muy orgulloso” de su hija por hablar sobre lo que le sucedió y espera que ella pueda inspirar a otras sobrevivientes a negarse a permanecer en silencio.
“Mi mensaje para otras sobrevivientes sería que no lo oculten”, dice. “Hablar alto. Mi hija ha demostrado tanta confianza para hablar y he visto lo que sucede cuando alguien trata de contenerse. Incluso si crees que nadie está escuchando, te prometo que alguien lo hace”, declara.
Si experimentas sentimientos de angustia o tienes dificultades para sobrellevar la situación, puedes hablar con Samaritans, de forma confidencial, al 116 123 (Reino Unido y ROI), enviar un correo electrónico a jo@samaritans.org o visitar el sitio web de Samaritans para encontrar detalles de tu sucursal más cercana.
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