Aumentan tensiones por el uso del cubrebocas mientras Covid-19 se apodera de las ciudades pequeñas de EE. UU.
Las discusiones sobre los requisitos del cubrebocas han aumentado en los últimos días a medida que la oleada mortal del coronavirus envuelve ciudades pequeñas y medianas que alguna vez parecían estar a salvo de la pandemia.
Los argumentos sobre los requisitos de máscaras y otras restricciones se han vuelto desagradables en los últimos días a medida que el mortal coronavirus en los Estados Unidos envuelve a ciudades pequeñas y medianas que alguna vez parecieron estar a salvo del brote.
En Boise, Idaho, los funcionarios de salud pública que estaban a punto de votar sobre un mandato de máscaras de cuatro condados terminaron abruptamente una reunión el martes por la noche debido a temores por su seguridad en medio de protestas contra las máscaras fuera del edificio y en algunas de sus casas. Un miembro de la junta de salud anunció entre lágrimas que tenía que correr a casa para estar con su hijo porque los manifestantes golpeaban la puerta de su casa.
En California, los funcionarios de salud del condado de Sacramento tuvieron que suspender una reunión el martes después de que más de dos docenas de manifestantes golpearon las puertas de la cámara durante un debate sobre si fortalecer la aplicación de la ley contra las empresas que violan las restricciones de virus.
Y en Dakota del Sur, el alcalde de Rapid City dijo que los miembros del Concejo Municipal fueron acosados y amenazados por un mandato de máscara propuesto para toda la ciudad que falló esta semana incluso cuando las unidades de cuidados intensivos en todo el estado se llenaron de pacientes con COVID-19.
“Creo que ese es un comentario triste aquí en medio de una pandemia global, la peor crisis de salud en nuestras vidas, y estamos peleando por una máscara”, dijo el alcalde Steve Allender.
Las tensiones están aumentando en medio de un aumento épico en los Estados Unidos de muertes, hospitalizaciones e infecciones durante las últimas semanas.
Las muertes se registran en más de 2,200 por día en promedio, casi igualando el nivel observado durante el pico de la última primavera en la ciudad de Nueva York y sus alrededores. Los casos nuevos por día se han disparado a más de 200,000 en promedio, y el número de pacientes en el hospital con COVID-19 se situó en casi 105,000 el martes, otro máximo histórico.
En Missouri, los funcionarios del condado de Greene registraron 51 muertes por COVID-19 en los primeros ocho días de diciembre cuando los hospitales se desbordaron y cientos de trabajadores de la salud fueron puestos en cuarentena. Los dos hospitales principales del área pidieron a la ciudad de Springfield, la sede del condado, que renovara el mandato de máscaras de la ciudad antes de que expire en enero. El condado en sí no tiene un mandato de máscara, ni el estado.
En Idaho, los funcionarios del hospital han advertido repetidamente que se están sintiendo abrumados y podrían verse obligados a implementar “estándares de atención en caso de crisis”, es decir, reservar un tratamiento que salve la vida de los pacientes con más probabilidades de sobrevivir. Las autoridades de salud de Idaho reportaron más de 2,000 nuevos casos el martes y un número de muertos de al menos 1,074.
Dakota del Sur ha sufrido la peor tasa de muertes per cápita por COVID-19 en el país durante la última semana, pero la gobernadora Kristi Noem se ha mostrado ferviente en su oposición a los mandatos de enmascaramiento u otros esfuerzos agresivos para frenar las infecciones.
Ese enfoque de no intervención atrajo el apoyo vocal en las reuniones del consejo de Rapid City, incluso cuando los médicos advirtieron que el único hospital grande en la mitad occidental del estado enfrenta una crisis y los pacientes están siendo trasladados en avión fuera del estado. Las reuniones atrajeron horas de testimonio de personas que dijeron que los peligros del virus son exagerados y que los requisitos de máscaras violan sus libertades.
El Dr. Stephen Neabore, médico con el sistema hospitalario más grande de la región, dijo que se ha sentido frustrado al tratar de persuadir a la gente para que use cubrebocas. Después de trabajar en la ciudad de Nueva York y estudiar medicina en Inglaterra, dijo, ve un claro escepticismo hacia el gobierno a su alrededor.
"Todavía veo gente aquí que me dice que no creen que sea peor que un resfriado común", dijo.
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Periodistas de Associated Press de todo el mundo contribuyeron a este informe.