Las personas que caminan lento podrían tener más probabilidades de morir de COVID-19, según estudio
El ritmo al caminar podría ser un predictor de riesgo para la gravedad de COVID-19
Las personas que caminan lento podrían tener casi cuatro veces más probabilidades de morir de coronavirus y potencialmente tener más del doble de riesgo de contraer COVID-19 grave, sugiere un estudio.
Las personas que caminan despacio y tienen un peso normal podrían tener casi 2,5 veces más probabilidades de desarrollar COVID-19 grave y 3,75 veces más probabilidades de morir a causa del virus que las personas que caminan rápido de peso normal.
El estudio, publicado en el International Journal of Obesity, analizó la asociación relativa del índice de masa corporal (IMC) y el ritmo de caminata autoinformado con el riesgo de contraer COVID-19 severo y mortalidad entre 312.596 participantes del biobanco británico de mediana edad.
Los que caminaban a una velocidad inferior a tres millas por hora se consideraban caminantes lentos, mientras que una velocidad constante/media era de tres a cuatro millas por hora y una caminata rápida era de más de cuatro millas por hora.
"Ya sabemos que la obesidad y la fragilidad son factores de riesgo clave para los resultados de COVID-19", dijo Tom Yates, investigador principal del estudio y profesor de actividad física, comportamiento sedentario y salud en la Universidad de Leicester.
"Este es el primer estudio que muestra que los caminantes lentos tienen un riesgo mucho mayor de contraer resultados graves de COVID-19, independientemente de su peso”.
"Dado que la pandemia sigue ejerciendo una presión sin precedentes sobre los servicios de salud y las comunidades, es fundamental identificar a las personas que corren mayor riesgo y tomar medidas preventivas para protegerlas".
La investigación sugirió que las personas que caminan lento de peso normal tienen más riesgo de enfermedad grave y muerte que los caminantes rápidos con obesidad.
Además, el riesgo fue uniformemente alto en las personas lentas de peso normal y los caminantes lentos con obesidad.
El profesor Yates agregó: "Se ha demostrado que las personas que caminan rápido en general tienen una buena salud cardiovascular y cardíaca, lo que las hace más resistentes a los factores de estrés externos, incluida la infección viral, pero esta hipótesis aún no se ha establecido para las enfermedades infecciosas”.
"Si bien los grandes estudios de bases de datos de rutina han informado la asociación de la obesidad y la fragilidad con los resultados de COVID-19, las bases de datos clínicas de rutina actualmente no tienen datos sobre las medidas de la función física o el estado físico”.
"En mi opinión, los estudios de vigilancia de la investigación y la salud pública en curso deben considerar la incorporación de medidas simples de aptitud física, como el ritmo de caminata autoinformada, además del IMC, como posibles predictores de riesgo de los resultados de COVID-19 que, en última instancia, podrían permitir mejores métodos de prevención que salva vidas."
El estudio fue realizado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica de Leicester del Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR).
Los investigadores notaron una serie de limitaciones en su estudio, y dijeron que aunque se ha demostrado que el ritmo de caminata autoinformada está asociado con la aptitud cardiorrespiratoria en el Biobanco del Reino Unido, está sujeto a un posible sesgo de informe.
Dicen que, teniendo en cuenta esto y el diseño observacional, no se pueden derivar conclusiones causales definitivas de sus resultados.