Corte mexicana avala consulta sobre juicio a expresidentes que promovió López Obrador
El pleno del alto tribunal aprobó, con seis votos a favor y cinco en contra, la constitucionalidad del referendo
La Suprema Corte de Justicia de la Nación de México avaló el jueves la consulta popular propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que los mexicanos se pronuncien sobre si se debe o no enjuiciar a sus predecesores.
El pleno del alto tribunal aprobó, con seis votos a favor y cinco en contra, la constitucionalidad del referendo, aunque modificaría la pregunta propuesta por el mandatario.
Quienes votaron en contra argumentaron, mayoritariamente, que la persecución de delitos no puede someterse a la voluntad popular. Sin embargo, el resto defendió que es un derecho que los mexicanos puedan expresar una opinión.
No obstante, uno de los jueces que apoyó la consulta, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, reconoció que era “ociosa e innecesaria desde el punto de vista constitucional”.
López Obrador quiere consultar a los mexicanos si apoyan que se investigue, “y en su caso sancionen”, la presunta comisión de delitos por parte de todos los expresidentes mexicanos desde 1988, fecha desde la que, a su juicio, ha habido una “corrupción sistemática” en el país.
El actual mandatario propuso la consulta para el 6 de junio de 2021, fecha de las elecciones parlamentarias de mitad de su sexenio y que son clave para que el presidente retenga su escasa mayoría en el Congreso.
La consulta podría ser una forma de atraer votantes a las urnas porque los comicios de medio período en México a menudo tienen una participación baja, pero algunos creen que podría desviar la atención de los problemas del gobierno actual —la economía, la pandemia de coronavirus— al centrar la atención en abusos del pasado.
Expertos y columnistas han criticado que se someta a consulta popular si alguien debe ser llevado o no ante la justicia, pues en un Estado de derecho, argumentan, debería ser la fiscalía la que decida si alguien ha violado la ley y hay indicios para sentarlo en el banquillo.
López Obrador ha hecho de la lucha contra la corrupción su principal caballo de batalla, pero desde su discurso de toma de posesión el 1 de diciembre de 2018 fue muy ambiguo sobre si se debería procesar o no a exmandatarios que estuvieran involucrados en casos de corrupción.
Aunque desde entonces ha reiterado que en su administración nadie estaría por encima de la ley, también ha defendido hacer borrón y cuenta nueva con los expresidentes para no abonar la venganza. Pese a su insistencia en la consulta, adelantó que él votaría ‘no’.