Trump admite que “es difícil ser muy crítico” con Biden luego de que elogiaran su trabajo contra el covid
La extraña tregua vino después de los comentarios de Biden sobre la vacuna
El expresidente Donald Trump y el presidente Joe Biden parecen haber llegado a una extraña tregua en su frecuente desprecio mutuo.
El exmandatario apareció en Fox News el martes, luego de que Biden hablara en la Casa Blanca para todo el país sobre el trabajo de su administración en el combate al covid-19 y la variante ómicron.
Durante el discurso, Biden elogió los esfuerzos de su predecesor para lograr que las empresas estadounidenses desarrollaran una vacuna, algo que tomó buena parte del 2020, mientras millones de estadounidenses esperaban ansiosamente que se aprobaran los fármacos.
“Gracias a la administración anterior y a nuestra comunidad científica, Estados Unidos fue una de las primeras naciones que obtuvieron una vacuna”, comentó Biden. “Gracias a mi administración y el trabajo duro de los estadounidenses, permitimos que nuestra aplicación pusiera a Estados Unidos entre los líderes mundiales en recibir inyecciones en los brazos”. Biden también reconoció a Trump por recibir una dosis de refuerzo, y agregó que este era un inusual punto de convergencia entre ambos.
Eso pareció haber sido suficiente para ganarse la buena voluntad de Trump: horas después, el expresidente mencionó en Fox News que sería “difícil” criticar duramente a Biden a partir de ahora dado el cortés reconocimiento del presidente al trabajo realizado por su gobierno.
“Estoy muy agradecido por eso. Me sorprendió mucho escucharlo”, expresó Trump. “Creo que fue algo fantástico, y pienso que es algo que hace feliz a mucha gente”.
Luego sugirió que Biden estaba cumpliendo la promesa que hizo en campaña de “curar” al país, el cual se consideraba muy dividido entre los bandos políticos durante la administración de Trump (y luego también durante el mandato de Biden)
“Me parece que hizo algo muy bueno”, continuó Trump. “Sabes, tiene que ser un proceso de curar al país, y eso ayudará mucho”.
Los elogios del gobierno de Biden no terminaron ahí. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, compartió el sentimiento el miércoles en su conferencia de prensa diaria, al mismo tiempo que advirtió que Biden y su equipo alzarían la voz si Trump u otros compartían información errónea sobre la pandemia.
Psaki pareció vincular directamente los comentarios con la disposición de Trump de decir que había recibido todas las vacunas, incluyendo la dosis de refuerzo, contra el covid-19, en una entrevista para un podcast con el expresentador de Fox Bill O’Reilly. El antiguo presidente insistió en que los enemigos liberales de sus partidarios buscaban que no se vacunaran.
“Lo que hemos hecho es histórico. No dejemos que nos lo quiten. No nos lo neguemos a nosotros mismos”, declaró Trump a O’Reilly. “Estámos cayendo en su juego cuando decimos ‘oh, la vacuna’. Si no quieren vacunarse, no deberían ser forzados a hacerlo. Sin obligaciones. Pero tómense el mérito, porque hemos salvado decenas de millones de vidas. Tomen el mérito”.
Sobre los comentarios de su jefe, Psaki dijo: “Creo que fue un reconocimiento de que el expresidente envió una señal importante a muchos estadounidenses sobre la importancia de recibir una dosis de refuerzo. No podemos evaluar lo que esto significará o cómo lo tomará la gente o si cambiará su comportamiento, si es que se oponían a recibir la dosis de refuerzo o a vacunarse, pero sin duda esperamos que sí. Y pienso que es un reflejo de la creencia del presidente de que el enemigo de los estadounidenses es el virus y esta no debería ser una batalla política”.
“Ahora, eso no significa que no vamos a señalar la desinformación o los pasos o las acciones que cualquier líder esté tomando y que consideremos que vayan en detrimento de la salud y el bienestar de las comunidades de todo el país”, agregó la secretaria de prensa.
El manejo de Trump de la pandemia de covid-19 fue visto como un tema clave de las elecciones de 2020, y volvió a entrar en el foco de los votantes luego de que un evento superpropagador en la Casa Blanca llevara al expresidente a ser hospitalizado por una breve temporada en el Centro Médico Walter Reed.