Culto QAnon de Texas: familiar horrorizado dice que ahora beben cloro
“Se sentía orgullosa cuando nos dijo que ella es la que prepara las mezclas y se las da a todos”, dice un familiar angustiado
La familia de una mujer que se unió a un culto extremista de QAnon en Texas dice que ahora ella bebe sustancias químicas tóxicas con sus compañeros, y que se jacta de que ella misma las prepara.
“Se sentía orgullosa cuando nos dijo que ella es la que prepara las mezclas y se las da a todos”, declaró un pariente anónimo para el Dallas Observer.
El Observer informó a principios de este mes que la mujer, de apellido Leek, abandonó recientemente a su esposo e hijos en Delaware para unirse al culto en Dallas.
Ahora, sus parientes angustiados temen por su vida, pues ella y los demás ahí beben un ponche de productos químicos que incluye dióxido de cloro, un desinfectante que se usa para limpiar piscinas.
Su hijo, Sean Leek, comentó para el periódico: “Ella siempre ha estado interesada en, ya sabes, remedios naturales, sacar el aluminio del desodorante, cosas así. Sin embargo, eso la llevó a oponerse a las vacunas, lo cual a su vez la condujo a QAnon”.
El profeta de la secta es Michael Protzman, exdirector de una empresa de demolición cerca de Seattle. Protzman ha predicho repetidamente que John F. Kennedy y su hijo John Jr., ambos fallecidos, resucitarán en Dallas e iniciarán una revolución contra los pedófilos liberales que adoran a Satanás, es decir, los villanos estándar de la teoría de conspiración QAnon.
A pesar de dos ocasiones en las que falló en su predicción de que aparecerían los JFK, los informes dicen que Protzman todavía tiene decenas de seguidores.
No está claro cómo encaja el coctel químico en la mitología de la secta. El dióxido de cloro se ha vendido algunas veces de manera fraudulenta como una cura milagrosa para el covid-19, pero los creyentes de QAnon suelen considerar que el covid-19 es un engaño.
Por otro lado, el expresidente Donald Trump, a quien los seguidores de QAnon apoyan casi siempre, una vez planteó la ridícula idea de inyectarse desinfectante.
“Veo que el desinfectante lo elimina en un minuto”, dijo Trump en una reunión informativa sobre la pandemia en la Casa Blanca en 2020. “¿Hay alguna manera de que podamos hacer algo así, con una inyección en el interior o casi una limpieza? Porque cuando llega a los pulmones es muy evidente que los afecta”.
En realidad, una inyección de desinfectante mataría al receptor. En cuanto al dióxido de cloro, la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) de los EE.UU. ha advertido muchas veces que el producto químico es peligroso si se consume en grandes cantidades y definitivamente no es una cura para el covid-19.
La FDA ha dicho: “El clorito de sodio y el dióxido de cloro son los ingredientes activos de los desinfectantes y tienen usos industriales adicionales. Que la gente los beba no es el propósito”.