La Casa Blanca anticipa el discurso de Biden sobre la ómicron: “no es un discurso para confinar al país”
El discurso de Biden se produce en un momento en el que aumentan los casos y los ayuntamientos reanudan los mandatos de uso de cubrebocas
El presidente Joe Biden hablará el martes sobre los esfuerzos de su administración para frenar la propagación de la variante ómicron del covid-19, pero su discurso no versará sobre nuevas restricciones en los negocios y la vida pública, según la Casa Blanca.
Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, adelantó parte del contenido de las declaraciones previstas por Biden durante su conferencia de prensa del lunes.
“No se trata de un discurso sobre el confinamiento del país”, aseveró sobre las declaraciones.
“Mañana el presidente hablará más sobre nuestros esfuerzos para ampliar el acceso” a las pruebas y vacunas del covid-19, añadió.
Aparentemente resentida por las reacciones que recibió la semana pasada tras responder en tono de burla a un periodista que le preguntó si el gobierno federal podía enviar por correo kits de pruebas a domicilio a todos los estadounidenses, Psaki declaró a un periodista que la administración “siempre siente que tenemos que hacer más”, cuando se le preguntó si EE.UU. necesitaba mejorar el acceso de los estadounidenses a las pruebas de covid-19.
Sin embargo, la Casa Blanca no se retractó de las palabras del coordinador de respuesta al covid-19, Jeff Zients, en una reciente rueda de prensa sobre covid-19 en la que advertía de que los estadounidenses no vacunados se enfrentaban a un invierno “mortal” y a hospitales desbordados como consecuencia de su decisión de no vacunarse.
El martes, el presidente volverá a recordar a los estadounidenses que las personas no vacunadas “seguirán provocando hospitalizaciones y muertes”, dado que la vacuna suele prevenir los peores síntomas del covid-19 que llevan a los enfermos a buscar tratamiento médico.
“No se trata de asustar a la gente, o tal vez sí de dejar claro a la gente del país cuáles son los riesgos de no vacunarse”, subrayó Psaki.
El equipo del presidente se ha enfrentado a duras críticas por parte de los conservadores por esa línea de mensajes, que argumentan que no es eficaz para convencer a los estadounidenses no vacunados de que se vacunen, al tiempo que ahonda activamente en las divisiones sobre la cuestión de las vacunas contra el covid-19.
Muchos demócratas han señalado en respuesta que la afirmación sobre los estadounidenses no vacunados que provocan hospitalizaciones y muertes relacionadas con el virus es cierta, y que la retórica es una respuesta a las frustraciones entre los estadounidenses vacunados sobre el ritmo de la recuperación de EE.UU. del covid-19, que achacan a una minoría persistente que se niega a vacunarse.
En EE.UU. se han producido más de 800.000 muertes a causa del covid-19 desde que comenzó la pandemia; el total registrado es mayor que el de cualquier otro país. Los expertos en salud han advertido que la variante ómicron más reciente del covid-19 es más transmisible que las iteraciones anteriores de la enfermedad, pero puede dar lugar a síntomas ligeramente más leves.
En todo el país persiste la preocupación por la disponibilidad de las pruebas covid-19, en particular las de resultado rápido, ya que muchos estadounidenses siguen viéndose obligados a elegir entre esperar varios días para obtener resultados que podrían acabar siendo negativos para el virus o acudir al trabajo y a otros lugares después de haber estado expuestos o incluso mientras experimentan síntomas atribuidos al virus.
El gobierno de Biden se ha mantenido firme en que no tratará de reimplantar grandes restricciones en la vida pública en respuesta a la nueva variante del covid-19, y ha afirmado que la disponibilidad de vacunas significa que la mayoría de los estadounidenses que quieren tomar medidas para evitar el virus pueden hacerlo.